Un nuevo podcast de los bahá’ís de Etiopía ofrece a los jóvenes un espacio para reflexionar sobre la identidad en una sociedad conformada por más de 80 grupos étnicos.

ADÍS ABEBA — Las cuestiones sobre la identidad preocupan a los jóvenes en todo el mundo, aunque adquieren proporciones diferentes según las realidades específicas de cada sociedad. Para la juventud etíope, vivir en una nación con más de ochenta grupos étnicos, donde la diversidad se refleja tanto en la belleza como en la complejidad del país, estas cuestiones han sido objeto de una profunda reflexión: ¿Qué es lo que verdaderamente define quiénes somos?
Esta pregunta es el tema central de una nueva serie de podcasts, Diálogos de Jóvenes, publicada por la Oficina Bahá’í de Asuntos Públicos de Etiopía. La serie analiza temas sobre la identidad y el propósito con debates inspirados en los principios de la Fe bahá’í.
«Etiopía, con una población predominantemente joven y amplio acceso a las redes sociales, ofrece una ocasión singular para este tipo de diálogos», explicó Mihrael Assefa, miembro de la Oficina en declaraciones al Servicio de Noticias.
«En una sociedad en la que los debates sobre la identidad étnica ocupan un lugar destacado, el podcast busca ofrecer un concepto más unificador, que promueva una comprensión más amplia de nuestra identidad común como seres humanos».

La diversidad en Etiopía en ocasiones ha sido fuente de divisiones. En los últimos años, los conflictos causados por las tensiones étnicas han afectado de manera muy especial a los jóvenes, que componen más del 70% de la población.
«El podcast espera ofrecer un espacio en el que los jóvenes examinen su realidad, descubran sus capacidades y se vean a sí mismos como protagonistas del progreso social», afirmó Assefa.
En el primer episodio se analizan los conceptos sobre la naturaleza humana que trascienden las características externas y se invita a los oyentes a pensar en superar las categorizaciones sociales que dividen.
Naome Deresse, miembro de una agencia local bahá’í de desarrollo comunitario puntualizó: «Cuando hablamos de identidad, lo que nos viene a la mente es nuestra etnia, nacionalidad, religión o género.
Pero en realidad son solo parte de nuestro contexto. Lo que estamos comenzando a entender es que poseemos una identidad noble en esencia que trasciende estas limitaciones», añadió.
Otros entrevistados corroboraron esta idea: «Estas limitadas identidades son temporales y están sujetas a cambios», observó Abubeker Ali, coordinador de los programas bahá’ís de educación moral y espiritual en Addis Abeba.
Y añadió: «Lo que de verdad perdura son las cualidades espirituales que moldean nuestro carácter, cualidades que son universales y compartidas por todas las personas».
Este reconocimiento de la naturaleza espiritual de la humanidad tiene profundas implicaciones sobre la forma en que las personas se relacionan unas con otras, explicó Carmela Tesfaye, miembro de una agencia de desarrollo comunitario de la región norte del país.
«Los retos que encara el mundo demuestran que no progresamos de manera aislada, sino que estamos firmemente interconectados», afirmó.
El segundo episodio giró en torno a la cuestión del sentido profundo de la vida, destacando el concepto del doble propósito moral del individuo: el desarrollo de las cualidades interiores del individuo y el servicio para la mejora de la sociedad, entendidos como dos dimensiones inseparables de un solo propósito.
«Si creemos que hemos sido creados para contribuir a la mejora del mundo y vivir en concordia y en armonía, entonces queda claro que el propósito de nuestras acciones debería ser el de hacer progresar al mundo, no obstaculizar su progreso», afirmó Bitiya Elias, coordinadora de los proyectos locales de desarrollo comunitario.
Para Carmela Tesfaye, el servicio no se limita a ser voluntario: «Cuando utilizamos la palabra «servicio», podríamos llegar a compararla con el «voluntariado». Este enfoque requiere un cambio» afirmó Carmela.
«Cualquiera que sea nuestra ocupación, si contribuimos al progreso del mundo y si trabajamos en espíritu de servicio, el trabajo se convierte en un acto de adoración».
Estas conversaciones están impregnadas de una fuerte corriente de esperanza: «Cuando dirigimos nuestra atención a cultivar las buenas cualidades, esas virtudes empiezan a florecer», compartió Bilisa Ahmad.
«Esta es la esperanza que abrigamos: centrarnos en la pequeña luz en lugar de en la enorme oscuridad donde la luz aún no ha llegado. El destino de construir el futuro se encuentra en manos de los jóvenes».
El podcast Diálogos de Jóvenes forma parte de una labor general de la Oficina de Asuntos Públicos para hacer aportaciones al diálogo público más constructivo de Etiopía, que trascienda las divisiones y promueva la unidad en diversidad.
El podcast se encuentra disponible en YouTube, Facebook, Instagram y Tiktok.