CIB NUEVA YORK — Con motivo del 30.º aniversario de la histórica Cuarta Conferencia Mundial sobre las Mujeres de las Naciones Unidas y su Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, la Comunidad Internacional Bahá’í (CIB) acaba de publicar el libro titulado Colaborar plenamente: treinta años de avance de las mujeres en las Naciones Unidas, una etapa más, en un acto celebrado en su sede de Nueva York.
La reunión congregó a diplomáticos, a funcionarios de las Naciones Unidas y a líderes de la sociedad civil. La embajadora Maritza Chan Valverde, de Costa Rica, actual presidenta de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de las Mujeres, ensalzó el libro como una aportación oportuna al «viaje inconcluso» hacia la igualdad. «Cuando ponemos a las mujeres y las niñas en el centro ―afirmó―, las sociedades se vuelven más seguras, las economías más sólidas y la paz más estable».
El volumen ofrece una recopilación exhaustiva de las aportaciones de la Comunidad Internacional Bahá’í a los debates internacionales sobre la igualdad entre mujeres y hombres e invita a profundizar en todo aquello que permita a la humanidad avanzar juntos.
El libro recopila tres décadas de declaraciones, enfoques y aprendizajes compartidos mediante la participación continuada en la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de las Mujeres de las Naciones Unidas. Su contenido se organiza en torno a doce campos cruciales de interés de la Plataforma de Acción de Beijing 1995, complementados con secciones con el título «El papel de los hombres y de los niños» e «Intersecciones entre la fe y el feminismo».
«El compromiso de la comunidad bahá’í con la igualdad de género y la justicia se fundamenta en la creencia de que todos los seres humanos han sido creados para llevar adelante una civilización en continuo progreso y que la igualdad de géneros constituye un requisito previo para la paz», afirmó Bani Dugal, representante principal de la Comunidad Internacional Bahá’í, en su discurso durante el lanzamiento del libro en Nueva York.
En el prefacio se tratan cuestiones actuales y señala que, si bien la lucha por la igualdad ha enfrentado serios desafíos (la polarización política, las normas patriarcales arraigadas y un creciente autoritarismo), los esfuerzos colectivos de individuos, movimientos sociales y organizaciones también han cosechado progresos importantes. También se afirma que ha llegado el momento de que la comunidad internacional «afronte los desafíos persistentes y renueve su compromiso con un relato común del mundo que construimos juntos».
Basándose en las experiencias de comunidades bahá’ís en más de cien mil localidades del mundo entero, el libro ilustra el modo en que la colaboración entre individuos, familias, Gobiernos y organizaciones puede generar nuevos patrones culturales y prácticas colectivas que se asienten sobre la igualdad.
«Avanzar en la igualdad de género exige la plena participación de todos los segmentos de la sociedad», afirma Liliane Nkunzimana, una representante de la Comunidad Internacional Bahá’í. «En última instancia, se trata de desmantelar normas perniciosas que nos limitan a todos y cultivar otras nuevas que permitan desarrollarse a las mujeres y a los hombres por igual».
Un tema recurrente en el libro es que la humanidad se encuentra en un sendero de aprendizaje sobre cómo practicar la igualdad. En el prefacio se explica que, como se comprueba en las experiencias de las comunidades bahá’ís de todo el mundo, este sendero se despliega mediante un proceso deliberado de acción, reflexión y diálogo en contextos culturales y económicos diversos. El progreso, se afirma, no puede sustentarse exclusivamente en reformas legislativas o cambios políticos; exige cultivar nuevos marcos mentales, relaciones y normas culturales que permitan a las mujeres y a los hombres participar codo con codo en la construcción de sociedades justas e inclusivas.
Profusamente ilustrado con fotografías de todo el planeta, Colaborar plenamente tiene como objetivo ser un recurso para responsables políticos, los organismos de las Naciones Unidas y las organizaciones de la sociedad civil. Invita a la reflexión sobre el modo en que las sociedades de todas partes del mundo pueden traducir el principio de igualdad en una realidad vivida y hace un llamamiento a la acción colectiva renovada en favor de la justicia y la paz.