Fiesta bahá’í reconocida como parte del patrimonio cultural de Singapur
SINGAPUR — El Consejo Nacional del Patrimonio de Singapur ha añadido la Fiesta de Diecinueve Días bahá'í a su lista de patrimonio cultural inmaterial, siguiendo un mandato nacional para documentar y preservar las diversas expresiones culturales de la nación insular.
La festividad bahá'í es una «fiesta» espiritual en la que se ora, se consulta y se confraterniza, y que las comunidades bahá'ís de todo el mundo celebran una vez cada 19 días.
«La Fiesta es la base de la vida de la comunidad bahá'í ―comenta Meiping Chang, de la Oficina Bahá'í de Asuntos Externos de Singapur―. Su inclusión en la lista del patrimonio es un reconocimiento de la comunidad bahá'í como parte integral de la sociedad singapurense».
Chang explica cómo en la Fiesta, los bahá'ís se reúnen para consultar cómo pueden servir mejor a la sociedad. «Es un espacio donde se fortalecen las relaciones entre los miembros de la comunidad y las instituciones, como la asamblea espiritual local bahá'í».
Peta Yang, miembro de la Comunidad Bahá'í de Singapur, afirma: «Las consultas en estas reuniones permiten a la personas reflexionar juntas sobre su experiencia en las actividades de construcción de comunidad. Personas de todas las edades reflexionan sobre cómo pueden apoyarse mutuamente. Los enriquecedores debates suelen dar lugar a ideas para nuevas acciones prácticas».
La doctora Yang continúa explicando el importante papel de la Fiesta durante la pandemia. «Estas reuniones periódicas son un poderoso remedio contra el aislamiento ―asegura―. La Fiesta de Diecinueve Días ayuda a las personas a mantenerse conectadas con algo que va más allá de ellas mismas, y la creatividad que se da durante la reunión ha permitido que este sentimiento se intensifique. Muchas personas hacen un esfuerzo especial para compartir poemas, historias, canciones y otras formas de arte que contribuyan a crear una atmósfera dinámica.
»Si queremos construir un mundo nuevo, es necesario sentar bases espirituales caracterizadas por la devoción y la consulta entre los individuos, la comunidad y las instituciones. Con nuestras interacciones limitadas por la pandemia, hemos visto más que nunca que la Fiesta es un punto en el que todos estos elementos se unen».