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El informe del secretario general de la ONU condena la persecución de los bahá’ís en Irán

21 de septiembre de 2025
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El informe del secretario general de la ONU condena la persecución de los bahá’ís en Irán
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CIB GINEBRA — Un nuevo informe del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha colocado la persecución de los bahá’ís de Irán entre las preocupaciones más graves del mundo en materia de derechos humanos. Publicado como parte de su último informe mundial sobre la intolerancia y la violencia basadas en la religión o creencia, el documento fue preparado a petición de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos con aportaciones de quince organizaciones de la sociedad civil y diez agencias de derechos humanos de las Naciones Unidas.

El reconocimiento por parte del secretario general de la gravedad de la situación pone de relieve que la persecución de los bahá’ís es una política sostenida y sistemática de represión religiosa que exige la atención urgente de la comunidad internacional. Los bahá’ís de la República Islámica de Irán siguen siendo objeto de detenciones arbitrarias, encarcelamiento y restricciones en el acceso a la educación y a los medios de subsistencia, motivados exclusivamente por las creencias religiosas. Las autoridades invocan por norma acusaciones imprecisas como la «difusión de propaganda contra el régimen» para criminalizar actividades comunitarias pacíficas. Los derechos de los bahá’ís, como el de manifestar su religión o creencia, continúan seriamente restringidos.

El informe del secretario general tiene un peso especial, ya que se publica en nombre del sistema general de las Naciones Unidas y refleja una opinión consensuada al más alto nivel de la comunidad internacional. El informe sitúa la persecución de los bahá’ís por parte de Irán en la agenda mundial, socavando las repetidas negativas del Gobierno iraní de violaciones de los derechos humanos en sus comparecencias ante las Naciones Unidas. El informe también señala las medidas positivas adoptadas en algunos países, como Azerbaiyán, en relación con el registro de las minorías religiosas, entre ellas la comunidad bahá’í.

«Se trata de otro reconocimiento poderoso, desde los niveles más altos de las Naciones Unidas, de que la persecución de los bahá’ís de Irán no solo continúa, sino que se intensifica», afirmó Simin Fahandej, representante de la Comunidad Internacional Bahá’í ante las Naciones Unidas en Ginebra. «El informe del secretario general se suma al de la Misión de Investigación de la ONU sobre Irán, a los sucesivos relatores especiales, a Human Rights Watch, al Consejo de Derechos Humanos y a numerosos gobiernos y organizaciones de todo el mundo, que han condenado esta campaña orquestada por el Estado para eliminar a la comunidad bahá’í como entidad viable en la sociedad iraní».

El informe del secretario general se añade a un creciente clamor internacional contra la persecución de los bahá’ís de Irán. La Misión de Investigación de NU informó, por ejemplo, sobre la persecución desproporcionada a las mujeres bahá’ís desde las detenciones de 2022 que se produjeron en Irán, por ejemplo, mientras un antiguo relator especial de Irán llegaba a la conclusión de que la persecución de los bahá’ís se ha llevado a cabo con una «intención genocida». Dieciocho expertos de la ONU publicaron además una declaración conjunta en la que se condenaban los ataques contra las mujeres bahá’ís; y Human Rights Watch determinó que la persecución constituye un «crimen contra la humanidad de persecución». La fundación Böroumand, en su informe «Outsiders», documentó la «violencia en múltiples ámbitos» contra los bahá’ís de Irán, que va desde el encarcelamiento y la expropiación hasta la exclusión social.

«Las pruebas son abrumadoras y la comunidad internacional se ha unido para exigir con una única voz el fin de la persecución de los bahá’ís de Irán ―afirmó Fahandej―. Los bahá’ís de Irán están siendo el blanco de acoso patrocinado por el Estado, de expropiación de bienes, de discursos de odio, de detenciones arbitrarias y de encarcelamientos injustos con condenas de reclusión prolongadas. Irán debe atender las peticiones de la comunidad internacional de forma inmediata y acabar con las graves violaciones de derechos humanos fundamentales contra los bahá’ís en el país».

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