Casas de Adoración

Un nuevo templo bahá’í será edificado en Filipinas

19 de mayo de 2025

CENTRO MUNDIAL BAHÁ’Í — La Casa Universal de Justicia ha anunciado la construcción de una nueva Casa de Adoración bahá’í en Filipinas, avanzando en la visión de los templos que irradiarán vitalidad espiritual y servirán como focos de la vida comunitaria.

Esta noticia se une a los anuncios realizados en abril de 2023 y octubre de 2024, en los que se daba cuenta de seis nuevos emplazamientos en los que se establecerán Casas de Adoración: Brasil, Camerún, Canadá, Malawi, Nepal y Zambia. En conjunto, estos avances ponen de relieve las labores de la comunidad mundial bahá’í para crear espacios que fomenten la reflexión profunda sobre el elevado propósito de la humanidad e inspiren la acción colectiva en pro del bien común.

En toda Filipinas, personas de toda condición han participado en los programas de educación moral y espiritual que crean capacidad para contribuir al bienestar de la humanidad

Los escritos bahá’ís se refieren a la Casa de Adoración con el nombre de Mashriqu’l-Adhkár, que significa «Lugar de amanecer de la alabanza a Dios». Estos templos bahá’ís incorporan una nueva forma de concebir los espacios de adoración. Aunque sirven como santuarios para la oración y la meditación, además son centros en los que la armonía entre la adoración y el servicio a la humanidad halla su expresión práctica.

En diferentes partes del mundo están surgiendo Casas de Adoración como resultado de la aceleración del desarrollo de las comunidades bahá’ís. En estas comunidades florece un espíritu de devoción y las reuniones de oración fomentan la armonía social. Estas reuniones, junto con los programas educativos que generan capacidad para contribuir al bienestar de la humanidad, dan origen a una interconexión dinámica entre la adoración y el servicio a la sociedad.

En Filipinas, las actividades educativas bahá’ís están creando capacidad para servir a la sociedad

A medida que este ritmo de adoración y servicio se integra en el tejido de la vida comunitaria, se produce una profunda transformación: personas que antes se consideraban como extraños comienzan a caminar juntos como amigos en un sendero espiritual compartido. A través de la experiencia de la oración y la reflexión colectivas, los corazones se unen y se forjan lazos de amistad verdadera que trascienden arraigadas barreras sociales. Lo que comienza como una sencilla reunión para rezar se transforma en un espacio en el que las almas se conectan en su búsqueda común de sentido y propósito, en el que las esperanzas y los desafíos de la comunidad se convierten en la preocupación de todos.

Niños participando en un festival de barrio como parte de los programas de educación moral que fomentan en las generaciones más jóvenes cualidades espirituales, como la eliminación de prejuicios, el amor, la justicia y la unidad.

Con el tiempo, conforme esta capacidad para el servicio sigue ampliándose, se alcanza finalmente una etapa nueva y específica con la construcción de una Casa de Adoración. Estos edificios sagrados se convierten en puntos centrales para mayores niveles de actividad que generan desarrollo social, humano y educativo, contribuyendo al bienestar de las poblaciones circundantes.

Espacios de oración y de reflexión colectivas que han promovido la unidad en Filipinas durante décadas, uniendo los corazones y promoviendo una amistad que trasciende las barreras sociales.

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