Aprendizajes del terreno: Podcast analiza la aportación de los bahá’ís de Uzbekistán a la sociedad

El podcast recorre la rica historia de la comunidad bahá’í de Uzbekistán, destacando sus aportaciones a la educación, la igualdad de mujeres y hombres y la armonía social.

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CENTRO MUNDIAL BAHÁ’Í — En este episodio del podcast del Servicio de Noticias, Farrukh Rasulov, miembro de la Oficina Bahá’í de Asuntos Públicos de Uzbekistán, analiza las aportaciones de los bahá’ís de ese país al progreso social en las últimas décadas.

La Fe bahá’í ha estado presente en lo que hoy es Uzbekistán desde el siglo XIX, cuando formaba parte de la misma región más amplia de Ashgabat (en la actual Turkmenistán), donde se construyó la primera Casa de Adoración bahá’í bajo la dirección de ‘Abdu’l-Bahá. Alrededor de este templo surgieron escuelas para niñas y niños, inspiradas en el principio bahá’í de igualdad entre mujeres y hombres.

«No podemos lograr la unidad de la sociedad sin la educación de la mitad de la población», explicó Rasulov.

Hoy en día, este compromiso con la educación se mantiene a través de programas educativos morales y espirituales bahá’ís que permiten a los participantes ser más conscientes de su identidad espiritual y desarrollar capacidades de servicio a la sociedad.

Rasulov explicó cómo estos programas educativos están teniendo un profundo efecto en todo el país, especialmente en las makhallas, las estructuras vecinales tradicionales de Uzbekistán.

Contó el caso de una de estas makhallas, donde niños que antes estaban divididos por diferencias étnicas y lingüísticas han superado sus diferencias gracias a su participación en programas bahá’ís de desarrollo comunitario.

«Tras varios años de participación en estos programas, estos niños y jóvenes ya no ven divisiones entre ellos, ―comentó Rasulov―. Estos programas les ayudan a comprender mejor que tienen una identidad espiritual común».

Los programas educativos ofrecidos por las comunidades bahá’ís de todo Uzbekistán también involucran a muchas familias a través de festivales vecinales en los que los niños expresan su creciente comprensión de las cualidades espirituales a través del teatro y otras presentaciones artísticas.

«Esto ayuda a los padres a entender qué principios están estudiando sus hijos», explicó Rasulov.

«Los padres también estudian estos principios ―continuó― e intentan ayudar a sus hijos a practicar las cualidades espirituales. Además, se esfuerzan por ser modelos para sus hijos: ser más espirituales, más justos».