LONDON — El miércoles 18 de junio por la tarde, el Central Hall Westminster de Londres resonó con actuaciones artísticas y emotivas presentaciones en homenaje a las diez mujeres bahá’ís ejecutadas en Irán hace 40 años.

Esta conmemoración mundial forma parte de la campaña Nuestra historia es una, una campaña de doce meses de duración en memoria de las diez mujeres que pone el foco sobre la lucha que se está librando por la igualdad de género en Irán. Actos similares se han celebrado en los últimos días en diferentes países, además de en las cinco Casas de Adoración bahá’ís del mundo.

Este acto, copatrocinado por la Comunidad Internacional Bahá’í (CIB) y la Oficina Bahá’í de Asuntos Públicos del Reino Unido, congregó a 150 asistentes, entre los que se encontraban representantes gubernamentales, funcionarios de Naciones Unidas, representantes de organizaciones internacionales de la sociedad civil, destacados defensores de los derechos humanos y periodistas de diferentes países. Se revivió aquel trágico suceso como un crudo recordatorio de los sacrificios realizados por mujeres en todo el mundo por el principio de igualdad. La conmemoración fue retransmitida en directo y recibió amplia cobertura mediática.

Durante la conmemoración, se proyectaron algunos fragmentos de un documental realizado por Radio Farda titulado Antes del alba (versión con subtítulos en inglés), una referencia al momento de la ejecución de las mujeres.

Simin Fahandej, representante de la CIB, habló sobre la importancia de la conmemoración y afirmó que la comunidad bahá’í ha dedicado el encuentro a «todas las mujeres de Irán que persisten en la lucha por la causa de la igualdad de género».

Fahnadej narró la desgarradora historia de las diez mujeres bahá’ís cuyas vidas fueron truncadas por negarse a renunciar a su fe. Describió con gran viveza los últimos momentos de sus vidas y las atrocidades que soportaron.

Entre las mujeres homenajeadas se encontraba Mona Mahmoudnejad, de 17 años, quien expresó su deseo de libertad y de igualdad en una redacción escolar y preguntó a sus profesores por qué no se le permitía expresar sus creencias en público. Esta redacción llevó a su expulsión de la escuela y a su interrogatorio en prisión, afirmó Fahandej.

Y añadió: «Hoy día hacemos realidad los deseos de Mona. Su mensaje se está difundiendo por radio y televisión en todo el mundo. Sus palabras resuenan a nivel mundial, compartidas en un país tras otro, y se escuchan en una sala repleta de personalidades distinguidas que han acudido a celebrar su vida y las vidas de las otras nueve mujeres de su comunidad ejecutadas junto a ella».

También estuvo presente Javaid Rehman, relator especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos en la República Islámica de Irán quien declaró: «La ejecución de estas mujeres [...] supuso un triste recordatorio de la incesante lucha por los derechos humanos y la igualdad de género que ha persistido en Irán a lo largo de varias décadas y que ha tenido su impacto en mujeres de todas las religiones y orígenes».

Fiona Bruce, diputada y enviada especial del Primer Ministro británico para la Libertad de Religión o Creencia se sumó a esos sentimientos: «Espero y confío en que la voz colectiva de [...] nuestras alianzas internacionales se hará más fuerte al trabajar conjuntamente en vuestro nombre que la voz de cualquier país por separado».

En sus comentarios sobre la campaña Nuestra historia es una, Nassim Papayianni, de Amnistía Internacional, destacó la importancia de esta iniciativa, y animó a todas las personas «a unirse y participar y elevar las voces por tantos otros que no pueden hacerlo libremente dentro del país sin miedo a las represalias».

En una sentida presentación, Jim Shannon, diputado y portavoz del Grupo Parlamentario Mixto sobre la Libertad de Religión o Creencia, declaró: «Parte de nuestro trabajo es dar testimonio, garantizar que ningún Gobierno pueda decir que no sabía lo que está ocurriendo.

»Con ese espíritu, quiero leer en voz alta los nombres de las asesinadas, en memoria suya y también para dejar constancia de que, a pesar de la brutalidad del régimen, estas mujeres siguen inspirándonos en la actualidad».

Fahandej destacó el legado perdurable de las diez mujeres bahá’ís: «El Gobierno iraní puede pensar que, al ejecutar a personas inocentes por sus creencias, conseguirá silenciarlas, pero, […] como demuestra el acto de hoy, son como semillas de flores que se esparcen, [...] sus voces se multiplican y su legado continúa y se convierte en la inspiración de millones de personas.

La conmemoración, afirmó, no solo supone una mirada sobre la tragedia pasada, sino también un reconocimiento de la lucha continua por la igualdad y la libertad.

Aquí puede verse una grabación de este acto que forma parte de la campaña Nuestra historia es una inaugurada por la Comunidad Internacional Bahá’í el 18 de junio con un [acto en las redes sociales de dos horas de duración] y que recibió cobertura mundial, para conmemorar el 40 aniversario de la ejecución de las diez mujeres bahá’ís.