Templo de Chile: Fomentar una relación armoniosa con el mundo natural
SANTIAGO, Chile — La Casa de Adoración bahá’í de Santiago de Chile acogió recientemente en sus instalaciones una reunión que ha marcado un hito importante en el proyecto de conservación destinado a salvaguardar los distintos ecosistemas de la cordillera de los Andes.
El Proyecto Montaña del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por su sigla en inglés), iniciado hace seis años, cuenta con la participación de los sectores público y privado para proteger el medio ambiente natural y el patrimonio cultural de las regiones metropolitanas de Santiago y de Valparaíso, además de Peñalolén, donde se ubica el templo.
Carolina Leitao Álvarez, alcaldesa de Peñalolén, expresó su agradecimiento por el papel que el templo ha desempeñado en la promoción de la gestión medioambiental en la región desde que fue inaugurado. «Estos terrenos tienen un significado especial ya que […] las iniciativas [de la comunidad bahá’í] por restaurar estas colinas han sido muy importantes», afirmó.
Maximiliano Cox Larrain, representante del proyecto del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, se refirió a las medidas adoptadas para reforestar y conservar la flora y la fauna en los terrenos del templo: «Mediante el empleo de plantas nativas, la minimización de cualquier obstrucción visual y el compromiso con la restauración ecológica, el diseño y el paisajismo de los jardines crean un espacio tranquilo en el que la ciudad encuentra el silencio, y los visitantes pueden conectar con la naturaleza. Esta conexión inspira conversaciones significativas e invita a acercarse al templo en un estado de meditación y de reflexión».
Entre los asistentes se encontraban el subsecretario del Ministerio de Medio Ambiente, así como representantes del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el Proyecto GEF Montaña y organizaciones de la sociedad civil.
Veronica Oré, directora de la Casa de Adoración, explicó en su intervención que, más allá de las iniciativas de conservación en los terrenos del templo, la comunidad bahá’í ha procurado ofrecer apoyo al proyecto creando espacios de diálogo para ahondar en una visión holística del progreso basada en principios espirituales como la unicidad de la humanidad.
«El planeta, sus pueblos y sus criaturas han sufrido enormemente a manos de una mentalidad materialista que considera al individuo como una unidad puramente económica y egoísta, que compite con los demás para acaparar una parte cada vez mayor de los recursos materiales del mundo», afirmó.
Oré explicó que al contemplar el progreso a través de la óptica de la unidad de la humanidad, se puede ver con mayor claridad que la verdadera prosperidad debe incluir el pleno desarrollo de todas las personas y del planeta que todos compartimos. Esto sugiere que el progreso material por sí solo no es suficiente y que el verdadero progreso debe también considerar el desarrollo espiritual y moral de las personas y de la sociedad.
Refiriéndose a la reunión, Luis Sandoval, miembro de la Oficina de Asuntos Externos de Chile, afirmó que la Casa de Adoración ha desempeñado un papel importante en inspirar esta visión, «catalizando la reorientación de las personas hacia su naturaleza espiritual».
El templo bahá’í, afirma Sandoval, «ha actuado como un punto de atracción para aquellos que buscan trabajar por la renovación de la sociedad».