Los bahá’ís de Malasia han fomentado un diálogo constructivo entre una muestra representativa de su sociedad sobre cómo todas las personas pueden contribuir a una mayor cohesión social.

Malasia: Impulsar la unidad en una tierra de gran diversidad

14 de septiembre de 2021

KUALA LUMPUR , Malasia — En Malasia, país en el que la diversidad cultural, religiosa y lingüística es un ideal consagrado, el diálogo nacional sobre cómo fomentar una mayor cohesión social se ha centrado en la responsabilidad de las instituciones sociales y el Gobierno, muy especialmente durante la pandemia. Existe, sin embargo, una laguna en cuanto al debate sobre cómo pueden contribuir todos los sectores de la sociedad a consolidar la unidad.

Esta constatación realizada por la Oficina Bahá’í de Asuntos Externos de Malasia es el motivo para organizar una serie de diálogos bajo el nombre «Los protagonistas de la unidad», que reúne a profesionales del ámbito universitario, organizaciones de la sociedad civil y representantes de las distintas comunidades religiosas del país para analizar las profundas implicaciones de la unidad y del principio de la unicidad de la humanidad.

«Hemos de reconocer que la unidad debe convertirse en un objetivo colectivo y que todos podemos contribuir al progreso de nuestro país», afirmó Vidyakaran Subramaniam de la Oficina de Asuntos Externos.

Y añadió: «Los individuos, las comunidades y las instituciones sociales tienen respectivamente un papel que desempeñar, y forjar la unidad depende del grado en que estos tres protagonistas del cambio trabajen juntos hacia ese fin».

Fundadores y directores de distintas organizaciones analizan el papel de las organizaciones de la sociedad civil en la promoción de la unidad en una serie de diálogos organizados por la Oficina Bahá’í de Asuntos Externos de Malasia. Presentación
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Fundadores y directores de distintas organizaciones analizan el papel de las organizaciones de la sociedad civil en la promoción de la unidad en una serie de diálogos organizados por la Oficina Bahá’í de Asuntos Externos de Malasia.

En un reunión celebrada recientemente sobre el papel del diálogo para desarrollar una sociedad más cohesionada, los participantes analizaron el principio de la consulta. La Sra. Dylane Ho, miembro también de la Oficina de Asuntos Externos comentó: «En la esfera pública, muchos diálogos adoptan la forma de debates: grupos diferentes que presentan puntos de vista, y se supone que estos puntos de vista están en conflicto entre sí. Esta manera de interactuar dista mucho de ayudar a conseguir el consenso o de promover la unidad».

»Para crear un entendimiento común ―añadió― se necesita confianza. La confianza se construye cuando se crea un espacio seguro para el diálogo, un espacio imbuido del sentido de respeto por todos y en el que las personas se expresan con cortesía y escuchan a los demás con actitud de humildad y una mente abierta. Cuando se encara el diálogo de esta forma, personas de diferentes procedencias y con objetivos en apariencia muy dispares pueden hallar puntos de acuerdo y superar sus diferencias».

Los asistentes a otro de los encuentros, que en su mayoría eran fundadores o directores de diferentes organizaciones, reflexionaron sobre el papel de las organizaciones de la sociedad civil en la promoción de mayores niveles de unidad.

Uno de los objetivos de las actividades educativas de los bahá’ís de Malasia es desarrollar capacidad para el servicio a la sociedad y promover mayores niveles de unidad entre grupos de personas diversos. Presentación
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Uno de los objetivos de las actividades educativas de los bahá’ís de Malasia es desarrollar capacidad para el servicio a la sociedad y promover mayores niveles de unidad entre grupos de personas diversos.

Un tema recurrente fue la necesidad de defender la nobleza de los seres humanos. Norani Abu Bakar, fundadora de Blue Ribbon Global, una organización de carácter educativo, declaró: «Tenemos que recordar que cada persona tiene mucho que ofrecer. Tenemos que confiar en que hay bondad en todos. Y cuando creemos en ello, podemos superar muchos miedos y barreras que existen para la unidad, concretamente el miedo a los demás».

En otros debates de la serie se ha analizado la necesidad de reformular la institución de la familia en base al principio de la igualdad de mujeres y hombres, con especial atención a la toma colectiva de decisiones.

«La manera en que resolvemos los conflictos se aprende en la familia», afirmó la Dra. Anjli Doshi, antigua directora general delegada (de Política) de la Junta Nacional de Población y Desarrollo Familiar.

Anjli Doshi continuó explicando cómo la capacidad para resolver conflictos, cuando se cultiva en el seno de la familia, puede manifestarse en actividades dirigidas hacia el bien común. «Necesitamos ver en cada persona a un ser humano y ayudarnos los unos a los otros, y no preocuparnos solamente por el bienestar de nuestra propia etnia», comentó.

Los próximos encuentros analizarán el papel de los medios de comunicación y de la religión en la promoción de la unidad. Una vez que concluya esta serie, la Oficina Bahá’í de Asuntos Externos se ocupará de recopilar los aprendizajes y experiencias obtenidos en estos diálogos en una publicación como forma de aportar al discurso de la unidad social.