Respuesta coordinada de asambleas locales, individuos y comunidades en la India
NUEVA DELHI, La India — La Comunidad Bahá’í de la India responde de inmediato con una oleada de actividades por todo el país para cubrir las necesidades básicas de sus conciudadanos en medio de esta crisis sanitaria mundial.
Partiendo de la experiencia acumulada en proyectos que contribuyen al progreso espiritual y social, la comunidad bahá’í india trata de identificar necesidades locales específicas —ya sean sociales, materiales o espirituales— para movilizar los recursos a toda velocidad.
«Esta situación trágica, por dolorosa y difícil que pueda ser, saca a relucir las mejores cualidades de las personas —afirma Nazneen Rowhani, miembro de la Asamblea Espiritual Nacional de India— y vemos cómo las asambleas espirituales locales ejercen un papel fundamental en instar a las comunidades a la acción».
«En una ciudad tras otra,en una aldea tras otra, vemos cómo surge entre la población una conciencia más amplia de nuestra humanidad compartida. Esto los mueve a ayudar a los demás y a trascender las barreras y prejuicios tradicionales que los alejaban unos de otros».
En las primeras fases de la crisis, las comunidades bahá’ís junto con organizaciones e instituciones locales promovieron la sensibilización sobre el coronavirus COVID-19.
En Nashik, los bahá’ís ayudaron a la policía local a realizar una campaña de información pública en torno a las medidas sanitarias de prevención, buscando formas creativas para difundir información veraz y combatir la divulgación de información falsa. En estos momentos colaboran con las autoridades para crear estructuras de apoyo para los más vulnerables en sus comunidades, por ejemplo haciendo llegar de forma segura medicamentos a aquellos confinados en sus casas.
A todo lo ancho del país, numerosas iniciativas han sido lideradas por las asambleas espirituales locales, que están desarrollando planes para cubrir las necesidades prácticas de sus conciudadanos. En respuesta a una petición urgente de donaciones de sangre por parte del ministro de sanidad de Maharashtra, la Asamblea Espiritual Local de Maleagaon movilizó a multitud de personas.
La Asamblea Espiritual Local de Devlali garantiza el acceso de las familias a los programas gubernamentales, entre ellos el programa que reduce drásticamente el precio de los cereales. La Asamblea Espiritual Local trabaja también con las autoridades para ayudar a los propietarios de las tiendas de alimentación a permanecer abiertos, respetando las medidas sanitarias. En este momento en el que los centros educativos permanecen cerrados, también ayuda a sus directores a garantizar que ningún alumno se quede sin comida.
Las Asambleas Espirituales Locales de varias zonas del país, como por ejemplo de Gujarat, Uttar Pradesh y Bengala Occidental, coordinan sus acciones para preparar y distribuir miles de bolsas de alimentos a los ciudadanos que, debido a la crisis, se encuentran en una situación económica precaria.
En otra localidad, una compañía constructora propiedad de residentes bahá’ís ha puesto a disposición sus camiones y otros recursos propios para hacer llegar comida a 2500 hogares en penuria en 50 aldeas remotas.
En Gujarat, los bahá’ís de la localidad han empleado tractores, previa autorización de las autoridades, para transportar decenas de trabajadores migrantes desamparados hasta sus casas a cientos de kilómetros de distancia.
Para responder a la enorme necesidad de equipos de protección personal, las asambleas espirituales locales colaboran igualmente con sastres que confeccionan y distribuyen mascarillas.
Las residencias de ancianos de localidades en toda la India reciben visitas por parte de grupos de personas que ofrecen mascarillas de protección y comparten información fehaciente acerca del coronavirus.
Por iniciativa personal, se están elaborando contenidos multimedia que profundizan sobre temas espirituales y se llevan a cabo reuniones de oraciones telemáticas, en un momento en el que son muchos los corazones que anhelan volverse hacia su Creador en espíritu de adoración colectiva.
«Los recursos de las comunidades obviamente son limitados —comenta la Sra. Rowhani— sin embargo, con esperanza, creatividad y espíritu de generosidad, vemos cómo el caudal de fuerzas de los voluntarios se canaliza en acciones concretas para aliviar un sufrimiento aún mayor».
«Todo ello ha exigido la participación plena de individuos, de comunidades enteras y de las instituciones bahá’ís que colaboran con las autoridades y coordinan las iniciativas de miles de personas. Estos actores fundamentales trabajan juntos y se apoyan mutuamente para llevar a cabo lo que sea necesario para el bien común».