Jefes de aldea discuten el futuro en una singular reunión en la India
GAPCHARIYAPUR, India — En un momento en que las tensiones religiosas se han intensificado, la zona rural del estado de Uttar Pradesh acogió una reunión de 30 jefes de aldea, o pradhans, de diferentes religiones, castas y orientaciones, en un debate constructivo y unido sobre la responsabilidad que comparten en la prosperidad y el bienestar espiritual de su pueblo. Esta conferencia de un día de duración fue organizada por la comunidad bahá’í, que participa en iniciativas de desarrollo social y económico que abordan diversos aspectos de la vida comunitaria en el país, especialmente el empoderamiento de la mujer.
«Soy pradhán desde hace 20 años ―dijo uno de los participantes―, y he asistido a muchas reuniones, pero nunca he visto una reunión en la que haya sentido tanta alegría, haya hablado del propósito de la vida y haya tenido una consulta tan holística sobre tantos aspectos de nuestro trabajo».
«El trabajo de los pradhans ―añadió otro― se ha centrado en las necesidades físicas de los residentes de nuestras aldeas, proporcionar refugio a los sin techo y cuidar de los enfermos. Pero en una reunión como esta nuestra forma de pensar cambia: empezamos a tener en cuenta las necesidades espirituales de la población también».
Los treinta pradhans representan unos 380 pueblos de la región, que comprenden un total de 950 aldeas y alrededor de un millón de personas. Cada uno de ellos es el dirigente de un consejo electo responsable de varias aldeas.
Inspirados por las noticias de reuniones similares en otros países, en particular en la República Democrática del Congo, los bahá’ís de la región decidieron que había llegado el momento de entablar discusiones centradas en los problemas sociales afín de unificar criterios sobre la manera de servir al bien común.
«En este preciso momento en la India, cuando la gente observa las diferencias entre las religiones, las convierte en causa de división ―explica Elham Mohajer, presidente del consejo administrativo bahá’í que presta servicios en Uttar Pradesh―, por ello hemos invitado a algunas autoridades a reunirse y debatir su función a la luz de una profunda reflexión sobre la vida del espíritu y el significado del servicio. Nos hemos esforzado por demostrar cómo todas las religiones tienen enseñanzas que iluminan cualquier tema de relevancia social».
El material de estudio preparado para la conferencia se centró en varias ideas que destacan en las enseñanzas bahá’ís, entre las que se encuentran la vida eterna del alma con sus implicaciones para el propósito del individuo en este mundo, la justicia y la confiabilidad en los puestos de responsabilidad, y la promoción de una vida comunitaria dinámica. Cada tema se acompañó de citas de los Escritos bahá’ís y de las Escrituras hindúes, budistas, islámicas y cristianas.
Esta conferencia ha sido breve, pero a pesar de sus atareadas agendas, los pradháns pidieron que estos debates se conviertan en algo regular, afirmando que se necesita más de un día para tratar estos temas. Uno de los participantes comentó: «Esta ha sido una oportunidad especial porque todos pudimos participar por igual. A menudo solo los de mayor rango pueden expresar sus opiniones».
Se prepara también la celebración de conferencias en otras partes de la India.
«Se trata de un proceso prolongado que debe iniciarse y mantenerse en una trayectoria ―explicó un representante de la comunidad bahá’í en la conferencia―. En cada etapa debe haber consultas, planificación y luego reflexión sobre cómo seguir adelante». Es necesario canalizar las energías de toda la población tanto en la aplicación de los planes de gobierno como en la creación de espacios centrados en el mejoramiento de la vida comunitaria.
«Pero a medida que trabajamos y aprendemos juntos, empezamos a avanzar hacia el establecimiento de comunidades vibrantes, un paso a la vez».