La jefa Nkayi Matala de la aldea Lushiku (derecha) y la jefa Mbindi Godée de la aldea Ndenga Mongo. Estas mujeres se hallaban entre las docenas de jefes tradicionales que se reunieron en una conferencia en Kakenge, Kasai Central, descrita como «un importante paso adelante que abre muchas nuevas posibilidades para realizar la unidad de los pueblos y la prosperidad de nuestras comunidades».