El presidente de Kiribati asiste a la convención anual bahá'í
TARAWA SUR, Kiribati — En la sesión de clausura de la convención nacional de la comunidad bahá'í, celebrada en una tradicional casa de reunión insular, el presidente de este país saludó a los asistentes a la convención.
«Alláh’u’Abhá», dijo el presidente Taneti Maamau a los más de 200 asistentes a la convención el 28 de abril. El presidente Maamau declaró que estaba complacido con las presentaciones de los jóvenes y de los niños y ofreció un regalo, una costumbre en la cultura kiribati cuando se asiste a una reunión tradicional de la comunidad.
La asistencia del presidente refleja un esfuerzo en Kiribati y en muchas otras comunidades bahá'ís para conversar con sus gobiernos sobre su objetivo común de mejorar la sociedad.
En Kiribati, un país de 33 islas y atolones remotos, la comunidad bahá'í ha invitado al presidente a la convención nacional, una reunión anual para elegir a la asamblea espiritual nacional del país y consultar sobre temas de importancia para el país.
El presidente Maamau asistió por primera vez a la Convención en 2016. El año pasado, asistieron el vicepresidente y otros 30 invitados, entre los que se encontraban otros funcionarios del gobierno y líderes tradicionales. El presidente, que a menudo visita reuniones de las comunidades religiosas del país, también asistió a la celebración del bicentenario del nacimiento de Bahá’u’lláh y escribió un mensaje de felicitación a la Casa Universal de Justicia. Estas interacciones reflejan una profunda conexión, basada en un profundo deseo de trabajar por el mejoramiento de Kiribati, entre la comunidad bahá'í del país y su gobierno y otras instituciones sociales, explicó Angus Morrison, el secretario de la Asamblea Espiritual Nacional.
Las actividades de los bahá'ís en la isla de Tarawa del Sur también fueron presentadas en Ampliando la bienvenida, un documental estrenado el año pasado por la Casa Universal de Justicia. El documental muestra cómo la comunidad bahá'í trabaja junto con el gobierno y las escuelas para ofrecer en estas un programa educativo de inspiración bahá'í.
En otros países, los bahá'ís también se encuentran en conversaciones con sus gobiernos. Más recientemente, la primera ministra de Nueva Zelanda Jacinda Ardern escribió a los bahá'ís del país el 7 de mayo para alentar sus esfuerzos de larga data para promover la unidad racial mediante la organización de un diálogo anual entre los jóvenes.
En Ruanda, además, el ministro de Justicia Johnston Busingye escribió el 10 de abril a la comunidad bahá'í diciendo que elogiaba su «compromiso con el establecimiento de la paz, la unidad y la prosperidad para el pueblo de Ruanda, especialmente a través del cultivo de las condiciones más favorables para el surgimiento de la unidad en cualquier entorno...». Esta carta fue escrita en respuesta a una carta enviada por la Asamblea Nacional Espiritual del país a las autoridades nacionales expresando las condolencias de la comunidad bahá'í por el 25 aniversario del genocidio contra el pueblo tutsi.
Y, a principios de este año, en Italia, la comunidad bahá'í decidió escribir al presidente de su país después de que éste hiciera un llamamiento a la unidad y la convivencia en un discurso ampliamente difundido en la víspera de año nuevo. La carta expresaba el aprecio por el sincero llamamiento del presidente y destacaba algunos conceptos que subyacen en las actividades de los bahá'ís italianos que trabajan para mejorar su sociedad. El presidente respondió, expresando su gratitud por los comentarios de la comunidad.