Ataques en Yemen e Irán coinciden con la celebración del bicentenario.

23 de octubre de 2017
Akram Ayyash (izquierda) y Walid Ayyash (derecha). Akram Ayyash fue arrestado ayer en Sana’a. Walid Ayyash fue secuestrado en abril de 2017.

CIB NUEVA YORK — Las fuerzas de seguridad yemeníes asaltaron ayer una reunión bahá’í en Sana’a, abriendo fuego sobre el pequeño grupo de personas reunidas para conmemorar el bicentenario del nacimiento de Bahá’u’lláh.

El ataque se produjo en el hogar de un importante jefe tribal, Walid Ayyash, quien fue secuestrado en abril y cuyo paradero se desconoce por el momento. Los atacantes al parecer utilizaron cuatro coches y un vehículo blindado que usaron para derribar la puerta de entrada a la casa. El hermano de Walid Ayyash, Akram Ayyash, fue arrestado.

«Existe actualmente un consenso inequívoco sobre el papel de Irán en la persecución de los bahá’ís en Yemen, y en particular en Sana’a, que en estos momentos se encuentra bajo el control de las milicias apoyadas por Irán», manifestó Bani Dugal, la representante principal de la Comunidad Internacional Bahá’í en Naciones Unidas.

La persecución se recrudeció en agosto de 2016 cuando las milicias Houthi secuestraron a 65 bahá’ís, de los que seis eran niños. De nuevo, en abril de este año, se dictó una orden de arresto contra más de 25 bahá’ís, muchos de los cuales eran miembros relevantes de la comunidad bahá’í que participaban en la organización de los asuntos de la comunidad a nivel nacional. Ocho bahá’ís se encuentran actualmente detenidos y se desconoce dónde se hallan retenidos varios de ellos.

La detención de los bahá’ís en Yemen ha provocado el rechazo internacional y en septiembre de este año propició una resolución de Naciones Unidas –presentada por Egipto en nombre del Grupo Árabe con el apoyo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU – que exigía la inmediata liberación de todos los bahá’ís detenidos.

Con anterioridad este mismo año, el Relator Especial de Naciones Unidas para la Libertad de Religión o Creencia, el Sr. Ahmed Shaheed, declaró que el modelo de persecución al que se enfrentan los bahá’ís en Yemen reproduce de forma escalofriante el modelo de persecución en Irán.

La comunidad bahá’í ha sido también el blanco de persecuciones en Irán durante la reciente celebración del bicentenario. Entre el 18 y el 21 de octubre, unas 19 personas fueron arrestadas en Kermanshah, Teherán, y en Birjand y los hogares de 25 bahá’ís fueron asaltados. Veintiséis tiendas propiedad de bahá’ís en todo el país fueron precintadas por las autoridades con motivo de la observancia del Día Sagrado del 21 de octubre por parte de sus propietarios. Estos cierres se produjeron en Shiraz, Marvdasht, Gorgan y Gonbad.

«La yuxtaposición de estas acciones con los incontables ejemplos de celebraciones inspiradoras y festivas de las comunidades bahá’ís en todo el mundo no podía ser más llamativa. Este contraste manifiesta la implacable voluntad de determinadas autoridades iraníes de persistir en la persecución de los bahá’ís y en la violación de sus derechos humanos básicos tanto en Irán como fuera de sus fronteras», declaró la Sra. Dugal.