La migración y el papel de la religión a debate en importante conferencia europea

8 de octubre de 2015
Sesión inaugural de la Reunión de Aplicación sobre Cuestiones de la Dimensión Humana 2015 en Varsovia el 21 de septiembre. (Fotografía de OSCE/Piotr Markowski bajo licencia CC)

VARSOVIA, Polonia — La Oficina de Bruselas de la Comunidad Internacional Bahá'í (CIB) participó recientemente en la principal conferencia anual de derechos humanos y democracia de Europa, la Reunión de Aplicación sobre Cuestiones de la Dimensión Humana (RACDH). Esta conferencia fue organizada por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y tuvo lugar del 21 de septiembre al 2 de octubre en Varsovia (Polonia).

A los 57 países de los Estados de la OSCE se sumaron otros organismos, entre los que se encontraban las estructuras de la OSCE, organizaciones de la sociedad civil y una serie de agentes relacionados con el tema.

La sesión sobre la tolerancia y la no discriminación, que trató en particular de la lucha contra el racismo y la xenofobia, se centró en la discriminación contra las comunidades religiosas. Los Estados participantes de la OSCE se habían comprometido anteriormente a prevenir esa intolerancia y discriminación «fomentando la elaboración de políticas generales nacionales de educación», así como «mediante un aumento de las medidas de sensibilización».

Durante el período de sesiones, Rachel Bayani, representante de la Comunidad Internacional Bahá'í, alentó a la OSCE a que estudiaran la forma en que los procesos educativos y las actividades de creación de capacidad pueden reforzar la conciencia colectiva de la unidad de la humanidad, especialmente entre los jóvenes y las generaciones más jóvenes.

En sus comentarios, la Sra. Bayani afirmó que «la intolerancia y la discriminación son esencialmente manifestaciones de una tendencia a identificarse estrechamente con ciertas características sociales, culturales, físicas o de otro tipo y a situarlas en el centro de nuestra comprensión del ser».

Prosiguió diciendo: «Para ayudar a evitar esas identificaciones restrictivas, es necesario buscar formas de fortalecer la conciencia colectiva de la unidad básica de la humanidad y ampliar la comprensión de nuestra imperante identidad humana primordial».

La sesión sobre la libertad de pensamiento, conciencia, religión o creencia brindó la oportunidad de examinar los desafíos existentes para el pleno ejercicio del derecho a lo anterior en el área de la OSCE y los medios por los que todos los agentes relacionados, entre ellos las comunidades religiosas, pueden trabajar juntos para hacer frente a estos desafíos.

La Sra. Bayani afirmó que la promoción del derecho a la libertad de religión o de creencia debía ir acompañada de una comprensión más profunda de la forma en que la religión contribuye al progreso de la sociedad.

«No es sorprendente que los distintos puntos de vista sobre la forma en que la religión contribuye a la sociedad tiendan a empañarse, dadas algunas expresiones destructivas de las creencias religiosas que aparecen en todo el mundo y en la Europa actual», señaló.

«Es necesario iniciar un proceso colectivo para identificar un marco en el que se permita dar expresión a los poderes constructivos de la religión. La Comunidad Internacional Bahá'í invita a la OSCE a que inicie un proceso de exploración sobre cómo la religión, sus principios, sus conceptos y sus percepciones, contribuyen a resolver conflictos, a facilitar una mayor armonía social y a crear sociedades estables y pacíficas».

La cobertura en vídeo de las contribuciones de la Comunidad Internacional Bahá'í sobre la tolerancia y la no discriminación (en inglés), así como sobre la libertad de religión o de creencias (en inglés), está disponible en el sitio web de la OSCE aquí (en inglés).