CALI, Colombia — Siembra vida, el nuevo documental realizado por la FUNDAEC, ofrece una visión fascinante de la forma en que las comunidades locales aplican el conocimiento científico a la par que los aprendizajes espirituales para hacer frente a la degradación medioambiental y la inseguridad alimentaria.
En el documental se analiza el proyecto de la FUNDAEC «Transformar el medio ambiente», con base en el programa de Preparación para la acción social de la organización (PAS). El proyecto ha movilizado a más de mil quinientos participantes de ciento setenta comunidades, que han plantado más de veintidós mil quinientos árboles desde mediados de 2022 y colaborado con otras cuarenta y cinco organizaciones, entre ellas instituciones educativas y gubernamentales.
A diferencia de los proyectos convencionales de plantación a gran escala, esta iniciativa se centra en la protección a largo plazo de la naturaleza. Los participantes se comprometen personalmente a cuidar cada árbol a lo largo de los años y ven al proyecto como algo más que un mero ejercicio de siembra.
Leslie Stewart, directora de centros especiales de la FUNDAEC, describió el enfoque como el cultivo de «una relación más profunda, espiritual y sostenible con la tierra».
El proyecto surge de la conciencia de que el país se enfrenta a la vulnerabilidad climática. Según la Tercera Comunicación Nacional sobre el Cambio Climático de Colombia, todas sus regiones se enfrentan a peligros que afectan a la seguridad alimentaria. Al incorporar árboles frutales y de frutos secos en los huertos, el proyecto aborda la degradación de los escosistemas a la vez que diversifica las fuentes de alimentos locales.
Roberto Nahuel, coordinador del proyecto, señaló: «En muchas regiones de Colombia así como en el mundo entero, estamos asistiendo a la pérdida de la vocación agrícola, un declive en el valor que se le otorga a cultivar».
Y añadió: «Este proyecto ha inspirado a numerosas personas y familias a reconectarse con la tierra, a redescubrir la alegría de cultivar, de volver a crear un huerto».
Siembra vida muestra lo poderoso que es el enfoque del proyecto. En Córdoba y Sucre, el proyecto ha creado viveros que ahora están gestionados por familias y producen unos mil quinientos árboles al año cada uno.
Muchas comunidades han respondido con la siembra de diversas especies de árboles, como árboles frutales y de frutos secos para uso alimentario, variedades autóctonas para la preservación de la biodiversidad y también de árboles de especial importancia cultural que se están reincorporando tras décadas de predominio del monocultivo.
Una plataforma digital monitoriza el crecimiento de cada árbol, lo que permite tomar decisiones en base a datos empíricos mientras se aplican conocimientos científicos sobre la regeneración del suelo y la fertilización orgánica.
Nahuel explicó que principios como el servicio a la sociedad, la unidad de la humanidad, la nobleza inherente de cada persona y el concepto del desarrollo material y espiritual forman parte del marco conceptual compartido por los participantes.
«Estos principios guian las labores de los participantes y se ponen en práctica de manera que ayuden a construir una sociedad próspera tanto material como espiritualmente», declaró.
Más allá de los beneficios medioambientales, el proyecto ha fortalecido las relaciones intergeneracionales y ha fomentado una cultura de intercambio de conocimientos. Las comunidades se han empoderado para dar forma a su propio desarrollo, lo que a su vez ha reforzado un sentido de propósito colectivo en barrios y pueblos.
FUNDAEC (Fundación para la Aplicación y Enseñanza de la Ciencia), una organización de inspiración bahá’í que conmemora su 50 aniversario, se fundó en Colombia en 1974 y se ha dedicado a desarrollar la capacidad de las personas para contribuir al bienestar de sus sociedades.
«Durante los últimos 50 años, tres generaciones de personas se han visto beneficiadas por los programas de la FUNDAEC», afirmó Bita Correa, directora ejecutiva de la organización.
La doctora Correa añadió: «El verdadero impacto es acumulativo y está profundamente entrelazado, de modo que un programa refuerza al otro creando así un efecto profundo y exponencial, que resulta maravilloso de ver, aunque difícil de captar en su totalidad».
El documental se puede ver abajo o en YouTube.