Chile: Ocho años después, el templo sigue elevando los corazones e inspirando el servicio
SANTIAGO, Chile — El templo celebró recientemente su octavo aniversario durante dos días, reuniendo a más de seiscientos participantes. La ocasión permitió reflexionar sobre cómo este edificio sagrado se ha convertido en un punto de transformación espiritual y social para la sociedad chilena.
La aportación del templo a la vida de la sociedad va mucho más allá de su impresionante arquitectura (Inglés): una obra maestra de diseño e ingeniería de vanguardia que se asemeja a una forma natural que ha surgido orgánicamente de su entorno.
«Este templo representa un faro de esperanza y un lugar de encuentro para todos, que combina a la vez dulzura y grandeza», declaró Veronica Ore, responsable del templo, durante las celebraciones del aniversario. «Este punto del lugar de amanecer del recuerdo de Dios es un refugio para todas las personas, sin distinción».
Y añadió: «A lo largo de los años, hemos tenido el privilegio de relacionarnos con comunidades, instituciones y autoridades, compartiendo conocimientos y creando lazos que trascienden las barreras sociales».
En una entrevista reciente con el Servicio de Noticias, Ore explicó la forma en que la casa de adoración, que se eleva con elegancia desde las estribaciones de la cordillera de los Andes, ha inspirado, desde su inauguración en 2016, a más de dos millones y medio de visitantes a reflexionar sobre las cuestiones fundamentales de la vida y analizar el papel que pueden tener para ayudar al progreso social.
«Ha servido como centro magnético ―afirmó Oré―, acogiendo a miembros de la sociedad civil, dirigentes de comunidades religiosas, profesionales de los medios de comunicación y funcionarios gubernamentales para examinar cuestiones fundamentales sobre el progreso social, mirando más allá de las medidas puramente económicas del desarrollo para considerar principios espirituales como la justicia y la nobleza inherente a todo ser humano».
Estos diálogos han dado lugar a diversas iniciativas de colaboración con organismos gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil sobre temas críticos para el futuro de Chile: la construcción de ciudades prósperas, el fomento de una sociedad cohesionada y la relación de la humanidad con la naturaleza, entre otros.
Los actos culturales organizados en el templo han reunido a coros y artistas en celebraciones que resaltan la belleza de las diversas expresiones culturales, mientras que los programas de educación moral bahá’í han ayudado a los jóvenes a estudiar los principios y desarrollar su capacidad para servir a sus comunidades. A través de estas iniciativas, participantes de diversos orígenes, entre los que se incluyen mujeres y pueblos indígenas cuyas voces han sido históricamente marginadas, han encontrado nuevas vías para realizar aportaciones al progreso social.
«El templo me inspira a servir a los demás porque es un lugar que me ha ayudado personalmente a desarrollar ciertas cualidades como el amor y la comprensión hacia los demás», dijo Hasan Guzmán, un joven voluntario en el templo. «Todos los que servimos en este lugar estamos siempre conectados espiritualmente con el mismo propósito».
Franco Anello, otro joven voluntario, apuntó: «Una de las cosas que más me inspira es ver el impacto en los visitantes: el impacto positivo de esperanza, conexión, espiritualidad y paz que reciben cuando vienen al templo».
Refiriéndose a las celebraciones, Ore dijo: «Las reuniones de aniversario pusieron de relieve cómo esta Casa de Adoración, surgida de las estribaciones de los Andes ―una cadena montañosa que une el continente sudamericano― se ha convertido en un símbolo del poder de la unidad».
A continuación se ofrece un resumen de los actos del aniversario.
La ocasión brindó a los asistentes la oportunidad de reflexionar sobre la manera en que la Casa de Adoración se ha convertido en un punto de transformación espiritual y social en la sociedad chilena.
Verónica Ore, directora del templo, pronunció unas palabras durante la celebración del aniversario: «Este templo representa un faro de esperanza y un lugar de encuentro para todas las personas, combinando a la vez dulzura y grandeza. Este punto del lugar de amanecer del recuerdo de Dios» ―prosiguió―, es un refugio para todas las personas sin distinción».
Los actos culturales organizados en el templo, como el que se presenta aquí con motivo del aniversario, han reunido a coros y artistas en celebraciones que presentan la belleza de las diversas expresiones culturales.
La Casa de Adoración ha inspirado a los más de dos millones y medio de visitantes desde su inauguración en 2016 a reflexionar sobre las cuestiones fundamentales de la vida y analizar el papel que pueden tener para hacer aportaciones al progreso social.
La Casa de Adoración, abierta a personas de todas las edades y procedencias, es un lugar donde la oración y la contemplación inspiran el servicio a la sociedad.