Estudios Bahá’ís: Buscar una visión más amplia de la realidad a la luz de los principios espirituales
ATLANTA, Estados Unidos — Por primera vez desde el comienzo de la crisis sanitaria mundial, la conferencia anual de la Asociación de Estudios Bahá’ís (AEB) de Norteamérica se convocó de forma presencial, acogiendo a unos 1900 asistentes.
La conferencia es un hito destacable entre la creciente panoplia de iniciativas de la Asociación, dedicadas todas ellas a enriquecer la vida intelectual de las comunidades. Al relacionar los principios espirituales con los aprendizajes de distintos campos del saber, estas actividades buscan descubrir nuevas perspectivas para acometer los retos que la humanidad afronta.
Nwandi Ngozi Lawson, miembro del Cuerpo Continental de Consejeros para las Américas, se dirigió a los participantes con referencias a la declaración de visión de la AEB: «[la conferencia] persigue fomentar un diálogo dinámico entre los distintos participantes en torno a la forma de ofrecer, en el marco teórico, el rigor intelectual y la claridad de pensamiento a la altura de su compromiso con el progreso espiritual y material en el plano de la acción».
En una entrevista con el Servicio de Noticias, Todd Smith, secretario del comité ejecutivo de la AEB explicó con más detalle, el planteamiento de la Asociación: «Un aspecto crucial de nuestro análisis de los diferentes campos y diálogos sociales es descubrir los valores y los supuestos que defienden de manera implícita, sobre todo a la luz de los principios espirituales, entre ellos la unidad de la humanidad, la justicia o la armonía entre la ciencia y la religión».
Y expuso además: «Este planteamiento allana el camino para un mejor entendimiento de cómo estos principios modelan los avances en el pensamiento y la práctica dentro de estos mismos diálogos».
La conferencia dio lugar a un animado debate que abarcó una amplia gama de temas: la relación de la humanidad con el mundo natural, el poder del arte para inspirar la justicia social, el papel de la tecnología en el progreso social y la importancia de la educación para resolver el prejuicio racial.
Un rasgo distintivo de la conferencia de este año fue la inclusión de diez seminarios temáticos. El doctor Smith destacó la evolución de estos seminarios, señalando que «se han inspirado en gran parte en los diálogos que han tenido lugar a lo largo del año en el marco de grupos reducidos como los grupos de lectura y seminarios anteriores».
Reformular la naturaleza humana en economía
Uno de los seminarios temáticos invitó a los estudiantes universitarios a analizar los pilares conceptuales de los cursos básicos de economía en los centros de educación superior, por ejemplo, cómo se describe la naturaleza humana.
Selvi Adaikkalam Zabihi, del grupo de trabajo sobre economía, describió al Servicio de Noticias cómo en esos cursos el interés propio se presenta como «el aspecto dominante de nuestra naturaleza e intrínseco a nuestra vida económica».
Los participantes señalaron que esta visión influye en la forma de percibir las motivaciones individuales, predecir el comportamiento y elaborar las políticas económicas. Esa forma de entender la naturaleza del ser humano difiere mucho, sin embargo, de la que promueven las enseñanzas bahá’ís, que subrayan el potencial innato de los seres humanos para el altruismo y la generosidad que pueden cultivarse con la educación moral.
Adaikkalam Zabihi hizo hincapié en la investigación que cuestiona la dependencia exclusiva del propio interés en las teorías económicas. Esta investigación, afirmó, está generando nuevos debates académicos sobre cómo enseñar economía a los estudiantes.
Y agregó: «Si bien muchas políticas se basan en incentivos que apelan al propio interés, como las bonificaciones fiscales o las reducciones de multas, este enfoque puede, por otro lado, priorizar involuntariamente las tendencias individualistas a expensas de la preocupación por el bien común.
»Al reconocer el poder de la educación moral para moldear nuestras aspiraciones y nuestro compromiso con el bienestar social, podemos comenzar a imaginar formas innovadoras de mejorar nuestras estructuras socioeconómicas».
Investigar los límites del naturalismo en biología
Otro seminario, titulado «Cómo manejar los supuestos materialistas en el estudio de la Biología», ofreció tanto a estudiantes como a egresados una oportunidad para investigar los supuestos que, al contrario que en economía, rara vez se hacen explícitos.
La neurocientífica Tara Raam explicó que el objetivo fundamental de muchas ciencias biológicas es identificar y comprender el mundo en términos de «mecanismos biológicos». Estos mecanismos, indicó, se entienden a través del prisma del naturalismo, es decir, de la expectativa de que todos los fenómenos se puedan explicar de una manera definitiva y completa por medio de las ciencias naturales.
La doctora Raam afirmó: «Dada nuestra naturaleza dual (tanto material como espiritual) necesitamos desarrollar un marco para entender cómo los hallazgos sobre nuestra realidad material, extraídos de las ciencias biológicas, pueden complementar los aprendizajes obtenidos de la religión».
Haciéndose eco de este parecer, la estudiante de doctorado en neurociencia Yasmine Ayman comentó: «La religión ofrece una visión de las dimensiones espirituales de la realidad y nos permite describir fenómenos como la conciencia, el propósito humano y la moralidad».
Agregó además: «Las ciencias biológicas solo pueden describir los componentes físicos de esos fenómenos y es incapaz de explicarlos plenamente.
Profundizando sobre el tema de la conciencia, Ayman observó: «La idea actual de que la conciencia surge puramente de procesos biológicos y de factores intrínsecos (entre ellos la teoría de que la conciencia es únicamente un producto de la actividad neuronal) pasa por alto otros factores que modelan nuestra conciencia: a saber, que la religión puede inspirar y elevar nuestra conciencia y nuestro sentido de propósito.
»Por lo tanto, las dimensiones espirituales de nuestras vidas ―prosiguió― sirven como fuerzas extrínsecas que actúan sobre la conciencia, que no pueden explicarse con la biología ni la neurociencia».
Nilufar Gordon, del comité organizador de la conferencia, comentó sobre la misma: «Asistir presencialmente a la conferencia ha sido una experiencia emocionante y revitalizante». Explicó que «la creciente diversidad y la notable presencia de jóvenes contribuyeron a su dinamismo».
Muchos temas tratados en la conferencia seguirán analizándose en los grupos de lectura de la AEB, así como en los seminarios temáticos a lo largo del próximo año.
Las grabaciones de las sesiones plenarias de la conferencia de este año pueden verse aquí.