PORT MORESBY, Papúa Nueva Guinea — Conforme el sol sale en Port Moresby, ilumina un singular cerramiento trenzado que envuelve en su abrazo a la Casa de Adoración bahá’í en construcción. El diseño de la fachada, recientemente terminada e inspirada en el trenzado tradicional, simboliza la unidad y la reunión de personas de distintos orígenes de todo el territorio de Papúa Nueva Guinea.

En una tierra enriquecida por más de un millar de grupos étnicos, esta estructura sagrada, a punto de terminarse, atrae a todas las gentes. Kevin Tagos, un trabajador de la obra, comenta: «Venimos de diferentes partes de Papúa Nueva Guinea y aprendemos unos de otros. Compartimos historias sobre la belleza de la Casa de Adoración y cómo nos mantiene unidos».

Las Casas de Adoración bahá’ís se describen en las enseñanzas bahá’ís como instituciones vitales que ejemplifican de forma tangible la integración de la adoración y el servicio. Esta idea encuentra cada vez mayor expresión en las comunidades próximas al templo, ya que un número creciente de personas se reúne periódicamente en el lugar para orar y meditar sobre cómo pueden atender las necesidades de sus conciudadanos.

El progreso de las obras en los últimos meses puede apreciarse en las imágenes que se publican a continuación.

Estas imágenes muestran la instalación de la capa intermedia de la fachada y una capa protectora azul. La capa protectora se retiró antes de fijar la capa de acabado de la fachada a la intermedia.

La capa final de la fachada se ha instalado sobre la intermedia.

La capa exterior final de la fachada está hecha en aluminio pintado, prensado con textura de piedra, y ya se ha instalado.

El óculo de cristal en el punto más alto de la cúpula se alzó y se colocó en su posición con sumo cuidado.

Los sesenta kilómetros de tiras de aluminio entretejidas por los vecinos en un proyecto comunitario se instalaron en las paredes interiores y en el techo de la Casa de Adoración.

Esta imagen muestra otra vista del interior donde los trabajadores están instalando esteras trenzadas alrededor del óculo de la cúpula.

Tras la instalación de los trenzados interiores, se añadieron ribetes de un color que contrasta para crear un atractivo patrón geométrico.

En los terrenos del templo se han sembrado plantas y árboles autóctonos, junto con diversos frutales y palmeras.

Los caminos peatonales de acceso al templo ya toman forma.

Continúan los trabajos en los escalones de piedras locales que conectan los caminos peatonales con la Casa de Adoración.

El centro de visitantes comienza a aparecer a la sombra del templo.

Los residentes de las comunidades vecinas se reúnen periódicamente en el templo para orar y ayudar en diversas tareas.

Vista de la Casa de Adoración bahá’í al atardecer.