XIII Convención Internacional: Representantes de 176 países votan para elegir la Casa Universal de Justicia
BAHÁ’Í WORLD CENTRE — Tras días de preparación espiritual visitando los lugares sagrados bahá’ís, unos 1250 delegados en representación de 176 países de todo el mundo se han reunido hoy en un encuentro trascendental para depositar con reverencia sus votos para elegir la Casa Universal de Justicia. El número total de votos emitidos, contando los votos por correo, superó los 1590.
En su discurso inaugural, Holly Woodard, miembro del Centro Internacional de Enseñanza que presidió los actos, destacó la importancia de esta reunión, al afirmar que suponía «el mayor número de Asambleas jamás representadas y la reunión más numerosa de participantes en una Convención Internacional».
La doctora Woodard señaló la evolución de la comunidad mundial bahá’í a lo largo de las décadas transcurridas desde que «288 miembros de 51 Asambleas Espirituales Nacionales y Regionales se reunieron en el salón principal de la casa de ’Abdu’l-Bahá en Haifa» para la primera elección de la Casa Universal de Justicia en 1963.
Al comienzo de la Convención, los bahá’ís de Irán, que desde hace varias décadas no pueden formar instituciones bahá’ís ni, por tanto, elegir a representantes, fueron recordados por los participantes, y su ausencia se marcó de manera muy emotiva con un hermoso ramo de 95 rosas rojas.
La votación, que tuvo lugar esa misma mañana, ha supuesto la culminación de un proceso electoral mundial en el que puede participar cada bahá’í adulto. Las elecciones bahá’ís se caracterizan por la ausencia de candidaturas y de campañas electorales. Los delegados a la Convención Internacional, que son los miembros de todas las asambleas nacionales bahá’ís, eligen por voto secreto a las nueve personas que consideran más adecuadas para formar parte de la Casa de Justicia.
El mandato de la Casa Universal de Justicia, que fue ordenado por Bahá’u’lláh en Su libro de leyes, es ejercer una influencia positiva en el bienestar de la humanidad, promover la educación, la paz y la prosperidad mundial, así como salvaguardar el honor humano, entre otras muchas responsabilidades.
La Casa de Justicia preserva la unidad de la comunidad mundial bahá’í, guiándola para que desarrolle su capacidad de participar en el establecimiento de una civilización mundial próspera y haga realidad la visión de Bahá’u’lláh de la paz mundial.
Tras la elección, más de dos mil personas ―delegados, Consejeros y otros participantes que representaban una muestra de la raza humana― celebraron la festividad de Riḍván.
Esta festividad conmemora el aniversario de la declaración de Bahá’u’lláh como Mensajero de Dios hace 160 años, cuando proclamó los principios espirituales esenciales que yacen en el corazón de Sus enseñanzas, y anunció la llegada de una nueva etapa en la evolución de la vida de la humanidad.