CIB Bruselas: las políticas por sí solas no son suficientes para combatir el prejuicio racial
CIB BRUSELAS — En una nueva declaración realizada por la Oficina de la Comunidad Internacional Bahá’í en Bruselas, se analiza una de las cuestiones más urgentes que afronta Europa en la actualidad: cómo superar los prejuicios raciales y otras formas de prejuicios.
La declaración, titulada Reflexiones sobre la aplicación de los planes de acción contra el racismo: Fomentar la cohesión social desde las bases, coincidió con la conferencia de la Unión Europea celebrada la semana pasada en Estocolmo (Suecia) sobre la ejecución de planes de acción de los distintos Estados miembros para combatir el racismo. Estos planes se ponen en marcha tras la adopción del Plan de Acción de la Unión Europea Antirracismo para 2020-2025, que se anunció poco después de las manifestaciones de 2020 en Estados Unidos y en todo el planeta exigiendo justicia racial.
La declaración de la Comunidad Internacional Bahá’í destaca que la adopción de los planes de acción nacionales por parte de los Estados miembros de la Unión Europea en los que se reconoce la necesidad de atajar los prejuicios supone un paso positivo. Sin embargo, en la declaración se señala que: «los prejuicios arraigados no se pueden arrancar de los corazones y las mentes de los individuos, menos aún de las estructuras que dan forma a la sociedad y las instituciones que la sirven, únicamente mediante una legislación antirracista.
En este sentido, Rachel Bayani, de la Oficina de Bruselas, subraya que, para combatir la desigualdad y el racismo en las ciudades y pueblos de Europa cada vez más diversos, se requiere un cuidadoso examen de las dinámicas de la vida comunitaria a nivel local.
«Lograr la armonía en las bases es vital para superar el racismo en todos los niveles de la sociedad. Si las personas simplemente aspiran a vivir juntas sin esforzarse por la unidad y la cohesión, entonces persistirán las actitudes perniciosas», afirma Bayani.
La declaración de la Comunidad Internacional Bahá’í se inspira en los aprendizajes recogidos de las experiencias de las actividades bahá’ís de desarrollo comunitario por toda Europa, haciendo referencia a que, cuando personas de diferentes orígenes trabajan juntas en iniciativas que contribuyen al progreso espiritual y material de sus barrios, entran en contacto con puntos de vistas diferentes a los suyos, construyen lazos íntimos de amistad y se vuelven más sensibles a la discriminación sufrida por sus vecinos.
La declaración de la Comunidad Internacional Bahá’í también menciona las nuevas posibilidades que pueden surgir para combatir los prejuicios raciales si las instituciones nacionales y europeas quisieran ver a las poblaciones a las que sirven «como dotadas de capacidad y protagonistas del cambio» . Bajo esta óptica, las poblaciones locales serían vistas como una fuente de dinamismo para una comunidad. Este potencial sin explotar, sugiere la CIB, podría materializarse creando espacios consultivos en los que autoridades y residentes pudiesen trabajar juntos para atender a las necesidades de la comunidad y ayudar a elaborar políticas.
La declaración de la CIB, que puede consultarse aquí, forma parte de las acciones continuadas de la Oficina de Bruselas para contribuir al diálogo sobre la cohesión social y la gobernanza mundial.