Zambia: Un grupo de aldeas despierta a las posibilidades de mejorar un sistema educativo local
KATUYOLA, Zambia — Lo que comenzó como una reunión de residentes de Katuyola ―un grupo de aldeas colindantes de la provincia noroccidental de Zambia― para reflexionar sobre el desarrollo de los programas educativos locales bahá'ís bien puede suponer un momento decisivo para sus comunidades.
Los diálogos en la reunión de unas doscientas personas han llevado a la conciencia de que, tras décadas de experiencia con las actividades de empoderamiento espiritual y moral, educación académica y programas relacionados con el desarrollo socioeconómico, existe ahora una mayor capacidad para ofrecer una experiencia educativa ininterrumpida desde la infancia hasta la madurez.
Musonda Kapusa-Linsel, miembro del Cuerpo Continental de Consejeros de África, afirma que esta visión surgió inicialmente de una importante reunión nacional de las agencias educativas bahá’ís de Zambia.
La Sra. Kapusa-Linsel explica que «Esta visión está impulsada por la convicción entre un grupo creciente de personas, de dirigentes tradicionales y de instituciones gubernamentales de Katuyola de que la educación es fundamental para el progreso social».
Dirigir el rumbo de su propio desarrollo
Hamed Javaheri, otro Consejero de Zambia, explica que los diálogos han hecho posible que los habitantes de Katuyola, sus dirigentes y las instituciones reflexionen sobre las fortalezas de todo el abanico de actividades educativas, tanto las organizadas por la comunidad bahá’í como por la sociedad en general, para alcanzar una visión común sobre su futuro.
Javaheri destacó el efecto unificador de la reunión: «Diversos sectores de los habitantes de Katuyola trabajan junto con las agencias bahá’ís para aprender cómo los diversos programas ya en marcha pueden visualizarse como partes de un sistema educativo general».
Como resultado de estas consultas, las agencias educativas implicadas ya han comenzado a trabajar más estrechamente y han constituido un «equipo educativo del pueblo», responsable de mantener las sinergias entre todos los programas educativos de Katuyola.
En los comentarios compartidos con el Servicio de Noticias, Patrick Nshindi, uno de los dirigentes tradicionales de la zona, explica que este floreciente sistema educativo permite a la comunidad trazar un camino para su propio progreso. «Estos programas son diferentes en su planteamiento porque ofrecen a nuestros hijos tanto educación material como espiritual. Y en el centro de todo se encuentra el servicio a la comunidad», afirma.
Nshindi agrega: «Estas iniciativas ayudan a todos a apreciar mejor el papel fundamental de la educación en la transformación social y la capacitación de las generaciones más jóvenes para combatir las fuerzas negativas que enfrentan».
Vahid, un joven de Katuyola, enfatizaba esta idea al explicar que los programas educativos bahá’ís ayudan a los jóvenes a hacer frente a las complejidades de la vida.
«Los jóvenes que participan en estos programas son mucho menos propensos a ceder a las presiones sociales de su entorno porque desarrollan cualidades espirituales por medio del servicio para atender las necesidades de sus comunidades», afirma.
Violet, otra joven de Katuyola, explica cómo su experiencia de servicio como profesora de clases de educación moral para niños ha moldeado profundamente su pensamiento sobre el futuro. «Servir como maestra me ha inspirado a reflexionar sobre mi trayectoria profesional de manera que me permita continuar sirviendo a mi comunidad».
Otro dirigente tradicional, el jefe tradicional supremo de Mundundu, Milton Kakolu, declara: «Estos programas de educación moral ayudarán a muchas poblaciones de Katuyola a progresar aún más. Han ayudado ya a nuestras comunidades a reducir la tasa de delincuencia y a afrontar otros desafíos».
Promover la educación de las mujeres
La reunión local de Katuyola ha fomentado nuevos diálogos comunitarios, el más reciente sobre el papel de la mujer a la hora de contribuir a la transformación social.
Kapusa-Linsel explica que, al analizar las complejidades de establecer un sistema educativo, los residentes de Katuyola también ven la necesidad de encarar las actitudes culturales que actúan como barreras para la educación formal de las mujeres.
120 mujeres debatieron sobre este y otros temas en la reunión, como por ejemplo de qué manera pueden apoyar la educación de sus hijos, sobre todo cuando muchas no han recibido ellas mismas ninguna educación formal.
Ireen, una madre que participó en el debate, dijo: «Es difícil para algunas de nosotras ver la importancia de la educación, ya que nosotras mismas no hemos recibido ninguna. Esto ha impedido que los padres puedan ayudar de manera eficaz a sus hijos con los estudios».
Añadió: «Fue la primera vez que he asistido a un debate así. Me ha ayudado a ver el papel que los padres pueden ejercer al apoyar plenamente la educación de sus hijos».
Otra madre, Juliet, añadió que, incluso cuando los padres dan prioridad a la educación, el diálogo ha puesto de relieve las formas en que pueden apoyar las necesidades educativas de sus hijos.
«Mi papel como madre es implicarme en el progreso de mis hijos. Tendré conversaciones con ellos sobre la importancia de la educación y visitaré a sus profesores para saber cómo van», afirmó.
Los frutos de las consultas de los últimos encuentros
Tras la reunión de mujeres, los participantes decidieron organizar clases de alfabetización que serán impartidas por los graduados del programa educativo de inspiración bahá’í denominado Preparación para la Acción Social (PAS).
Otra iniciativa que surgió en la reunión es un nuevo proyecto para que las mujeres obtengan ingresos con el cultivo de huertos caseros. Esta actividad, que contará con el apoyo de un equipo del Programa de Acción Social especializado en agricultura, también tiene como objetivo inaugurar un banco comunitario que ayude a las mujeres a cubrir mejor las necesidades educativas de sus hijos.
Al reflexionar sobre las últimas reuniones locales, Friday Pindalu, miembro de la Asamblea Espiritual Local de los Bahá’ís de Katuyola, afirma: «Pudimos ver que antes trabajábamos de forma aislada, pero después de estas reuniones vemos que todas estas actividades están pensadas para servir al mismo propósito de contribuir al crecimiento material y espiritual de Katuyola».
Las personas reunidas decidieron establecer un centro de aprendizaje en la aldea, donde se podrían celebrar muchas clases y actividades para todas las edades, entre ellas clases de apoyo académico para los que cursan la secundaria. El Centro Bahá’í del pueblo vecino de Mundundu servirá a este propósito hasta que se encuentre una ubicación permanente en otro lugar de Katuyola.
Nshindi afirma que las reuniones han inspirado a los dirigentes locales a colaborar con el creciente movimiento educativo en Katuyola, por ejemplo, ofreciendo recursos para desarrollar un instituto de secundaria local.
«Hemos decidido ceder el terreno donde se pueda construir un instituto de secundaria y estamos dispuestos a apoyarlo como comunidad», afirma.
Esto aliviaría la necesidad de que algunos jóvenes asistan al instituto de secundaria lejos de su hogar, garantizando que puedan permanecer en sus comunidades, con sus familias, y una estructura de apoyo que les permita canalizar sus energías para satisfacer las necesidades de su comunidad.
Estas consultas se intensificarán en las próximas semanas y meses para dar respuesta a diversas necesidades educativas de la población de Katuyola.
El primero de una serie de encuentros en Katuyola, que reunió a dirigentes tradicionales, a las agencias bahá’ís que participan en la promoción de la educación espiritual y material del pueblo, a los padres, los jóvenes y los niños, con el fin de estudiar las posibilidades para resolver las necesidades educativas de su comunidad.
Los dirigentes del pueblo (arriba derecha) desempeñaron un papel importante en las consultas, compartiendo sus puntos de vista y sus observaciones sobre el impacto positivo de los programas educativos bahá’ís en los jóvenes de Katuyola.
Algunos de los participantes de la primera reunión de Katuyola, que se celebró recientemente.
Unas 120 mujeres se congregaron recientemente en una reunión para reflexionar sobre el papel que pueden ejercer en la educación material y espiritual de sus hijos.
Las consultas de la reunión de mujeres han generado planes para distintas iniciativas, entre ellas un programa de alfabetización.
Las iniciativas educativas bahá’ís en el pueblo de Katuyola y en el resto de Zambia se han desarrollado durante décadas, centrándose en el empoderamiento espiritual y moral, la educación académica y las iniciativas relacionadas con el desarrollo socioeconómico.
La serie de diálogos que se están celebrando en Katuyola nacieron a raíz de una reunión nacional de las instituciones bahá’ís y de organizaciones de inspiración bahá’í de Zambia que se celebró en Lusaka para obtener una visión de conjunto de las distintas iniciativas educativas que se han desarrollado en el país a lo largo de varias décadas.