CIB Nueva York: Estudio del concepto de identidad compartida durante la Semana de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU
CIB NUEVA YORK — Los representantes de la Oficina de Nueva York de la Comunidad Internacional Bahá’í (CIB) destacaron la exigencia de una visión de identidad compartida sustentada sobre el principio de la unidad de la humanidad en diferentes reuniones durante la Semana de Alto Nivel del 77º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En un foro convocado por el presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, uno de los representantes de la CIB, Daniel Perell, declaró: «El principio fundamental debe seguir siendo que la familia humana es una: que las incontables características por las que nos podamos identificar son, en última instancia, secundarias a nuestra humanidad compartida».
El foro reunió a representantes de los Estados miembros, a funcionarios de alto rango de las Naciones Unidas, y a organizaciones no gubernamentales para conmemorar el 30 aniversario de la adopción de la Declaración sobre los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas.
Citando un mensaje de la Casa Universal de Justicia, Perell agregó: «Es mediante el amor hacia todas las personas, y subordinando lealtades menores a los mejores intereses de la humanidad, como puede lograrse la unidad del mundo y como alcanzan su máxima plenitud las infinitas expresiones de la diversidad humana». Este mensaje destaca el hecho de que la unidad, tal y como se expresa en las enseñanzas bahá’ís, conlleva el concepto esencial de diversidad, en contraste con el de uniformidad.
Las implicaciones del principio de unidad se analizaron con mayor extensión en otra reunión en torno a los preparativos para la Cumbre del Futuro de 2024, organizada por la CIB con la colaboración del Centro Stimson, en la que los representantes de la Oficina de Nueva York invitaron a los participantes a reflexionar sobre el papel de las estructuras internacionales en la resolución de los desafíos contemporáneos.
Los debates se ampliaron a distintas ideas puestas de relieve en la declaración de la CIB titulada «Una gobernanza digna: La humanidad y el camino hacia un orden mundial justo», que analiza temas relativos al movimiento de la humanidad hacia la paz universal.
En ese documento se observa que un elemento esencial de ese movimiento es la consecución de la igualdad de mujeres y hombres, tema de diálogo en otro acto celebrado por la Oficina de la CIB en Nueva York que analizó las reformas necesarias en las Naciones Unidas teniendo en cuenta los derechos de las mujeres y la igualdad.
El acto contó con la participación como ponentes de Helen Clark, antigua primera ministra de Nueva Zelanda, y Danilo Turk, antiguo presidente de Eslovenia y presidente del Club de Madrid.
En ese debate, los representantes de la CIB destacaron que la pandemia ha puesto de manifiesto el papel indispensable de las mujeres en el liderazgo de las sociedades y la necesidad de reformular los modelos de liderazgo. Los representantes señalaron que, en muchas naciones en las que las mujeres han contribuido de manera más destacada al liderazgo en todos los niveles de la sociedad, se ha comprobado cierto grado de estabilidad en una serie de indicadores a corto plazo entre los que se encuentran la salud pública y la seguridad económica.
Los representantes de la CIB indicaron que cualquier reforma de las Naciones Unidas exige una remodelación de las estructuras actuales para permitir la plena participación de las mujeres, especialmente en los procesos de toma de decisiones.
Las grabaciones de algunos de estos debates se pueden ver aquí, aquí y aquí