Traducción al tok pisin del Kitáb-i-Aqdas.

Papúa Nueva Guinea: El Libro Más Sagrado bahá’í publicado en tok pisin

14 de diciembre de 2021

PORT MORESBY, Papúa Nueva Guinea — El Kitáb-i-Aqdas, el Libro Más Sagrado de Bahá’u’lláh, ha sido traducido al tok pisin, el más hablado de los cientos de idiomas de Papúa Nueva Guinea.

«Se trata de un acontecimiento maravilloso, que brinda a muchas personas el acceso a las palabras transformadoras de Bahá’u’lláh en su propia lengua», afirma Confucius Ikoirere, secretario de la Asamblea Espiritual Nacional de los Bahá’ís de Papúa Nueva Guinea.

El Kitáb-i-Aqdas es el libro de leyes de Bahá’u’lláh, redactado por primera vez en árabe alrededor de 1873, cuando todavía estaba encarcelado en la ciudad de ‘Akká. La primera traducción autorizada del Kitáb-i-Aqdas se publicó en inglés en 1992, el año en que se cumplió el centenario del fallecimiento de Bahá’u’lláh, y le siguieron traducciones en otros idiomas durante las últimas tres décadas.

Ikoirere recuerda ese año tan señalado: «Cuando se publicó en inglés, el Kitáb-i-Aqdas fue tratado con gran respeto y reverencia. Se construyeron estructuras especiales en muchas comunidades del país para albergar ejemplares de este precioso libro».

Marsha Milani, que dirigió el trabajo de traducción, describe la empresa de publicar el Kitáb-i-Aqdas de Bahá’u’lláh en tok pisin: «Solo tras años de experiencia en traducir otros muchos Escritos de Bahá’u’lláh a esta lengua, fue posible empezar a trabajar en el Libro Más Sagrado».

Prosigue: «Los hablantes de tok pisin de las distintas regiones del país participaron estrechamente en el proceso, ya que existen considerables diferencias en la pronunciación, el vocabulario y la gramática de una región a otra».

Ikoirere explica que un meticuloso proceso de perfeccionamiento y revisión, que comenzó en 2017, ha garantizado que la traducción al tok pisin suene familiar a todos los hablantes de esta lengua.

«La Palabra de Dios tiene una potencia ilimitada. Tiene el poder de transformar —continúa Ikoirere―. Creo que habrá efectos importantes en la vida de los habitantes de Papúa Nueva Guinea y en las comunidades en las que viven».