Agricultura: La CIB destaca el papel de los agricultores en la formulación de políticas
CIB GINEBRA — ¿Cómo es que, a pesar de la cantidad de alimentos que se produce, suficiente para alimentar a la población de todo el planeta, los sistemas alimentarios no llegan a garantizar la seguridad alimentaria de toda la humanidad?
Para analizar esta cuestión, la oficina de la Comunidad Internacional Bahá’í (CIB) en Ginebra promovió un diálogo durante la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas, la primera gran cumbre sobre alimentación desde 1996 destinada a conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La cumbre se centró específicamente en la necesidad de situar a los agricultores en el foco de los debates sobre la producción de alimentos y contó con la presencia del adjunto al enviado especial de las Naciones Unidas para la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios de la ONU, el director de Gestión del Conocimiento y Aprendizaje de CARE Internacional, representantes del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, así como organizaciones de inspiración bahá’í con experiencia en la materia.
«Cada vez existen más pruebas sólidas que sugieren que los avances en los sectores productivos agrícolas dependen en gran medida de los agricultores y de la población que se dedica a la agricultura local, algo que se ha hecho más evidente si cabe durante la pandemia», declaró Simin Fahandej, una representante de la oficina de Ginebra, durante la reunión.
Y agregó: «Sin embargo, su voz y su experiencia están casi ausentes de las conversaciones de alto nivel sobre los sistemas alimentarios y los procesos de elaboración de políticas.
«El grueso de las decisiones sobre política agrícola y seguridad alimentaria normalmente se toman lejos de los escenarios rurales y de las realidades locales que modelan cómo se aplicarán estas políticas en la práctica».
Inspirándose en las enseñanzas bahá’ís, Fahandej continuó explicando que, para lograr el cambio, son necesarias nuevas ideas sobre el papel de los agricultores en la sociedad. «¿Imagina las nuevas posibilidades que pueden surgir si reconocemos a los agricultores como “los primeros agentes activos de la sociedad humana” y permitimos que las cuestiones relacionadas con el desarrollo económico de las comunidades comiencen con los agricultores?».
Sobre esta base, los ponentes investigaron cómo el conocimiento generado a nivel local por los agricultores y las comunidades sobre la producción de alimentos puede servir de base para las políticas internacionales sobre alimentación y agricultura.
Ever Rivera, representante de la organización de inspiración bahá’í FUNDAEC, con amplia experiencia en los campos de la educación y de la agricultura, describió cómo las ideas estrechas y limitadas han de sustituirse por una comprensión más profunda de la naturaleza humana que ve la nobleza de cada ser humano y protege contra los prejuicios y el paternalismo.
Rivera profundizó más en la cuestión al describir el enfoque de la FUNDAEC para desarrollar la capacidad de las personas de contribuir al bienestar de sus sociedades, apoyando en especial proyectos destinados a la autosuficiencia alimentaria.
«FUNDAEC promueve enfoques basados en el profundo conocimiento tradicional de los agricultores y en las mejores prácticas de la ciencia moderna, permitiendo así a los agricultores mejorar los procesos de producción de alimentos y desarrollar estructuras comunitarias y nuevos sistemas que promuevan el bienestar colectivo.
»Entre ellos se encuentran la formación de pequeños grupos de agricultores que cooperan y se apoyan mutuamente, la creación de un almacén comunitario accesible a todos, y cambios en las prácticas agrícolas y en la distribución de los productos para eliminar intermediarios innecesarios en el transporte de la producción agrícola a los mercados».
En los debates de este encuentro también se trató el impacto perjudicial de una serie de graves desafíos de degradación medioambiental, como la erosión del suelo, la deforestación a gran escala y la escasez de agua. Martin Frick, adjunto al enviado especial para la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios de la ONU, declaró que «todos estos males se podrán corregir por este medio, más eficaz que ninguno, de los sistemas alimentarios. Y esto se podrá lograr solo si se resuelven los problemas de la dignidad humana [...] y los desequilibrios de poder».
La Oficina de la CIB en Ginebra tiene previsto publicar una declaración sobre temas relacionados con la agricultura y la seguridad alimentaria mientras continúa con los encuentros para estudiar estas cuestiones.