«Bajo la óptica de la dignidad humana»: La CIB estudia el papel de los medios de comunicación en el fomento de la unidad
CIB NUEVA YORK — La Comunidad Internacional Bahá’í (CIB) reunió recientemente a un grupo de periodistas para analizar cómo el trabajo de las organizaciones y de los profesionales de los medios de comunicación puede conducir a resultados constructivos o divisivos, y para considerar el papel que los medios pueden desempeñar para contribuir al progreso de la sociedad.
En el discurso de bienvenida, Saleem Vaillancourt, moderador de la jornada, afirmó: «Las noticias que contamos dan forma al mundo en el que vivimos.
»Los medios de comunicación pueden contribuir a crear consenso, a construir la unidad, a generar comprensiones y conocimientos compartidos y, al hacerlo, pueden ayudar a las personas a encontrar soluciones duraderas y eficaces a los problemas que afrontan».
Vaillancourt citó un pasaje de los Escritos bahá’ís sobre la función de los medios de comunicación en el avance de la civilización: «Las páginas de los periódicos de rápida aparición […] reflejan los hechos y quehaceres de los diversos pueblos […] Son un espejo dotado de oído, vista y habla. Éste es un fenómeno asombroso y poderoso. Sin embargo, es responsabilidad de sus escritores purificarse de los impulsos de los malos deseos y pasiones y ataviarse con la vestidura de la justicia y la equidad».
Los participantes analizaron estos conceptos en el contexto de diferentes entornos sociales. Amanda Ripley, periodista de investigación de la revista The Atlantic, explicó cómo el periodismo que pone de relieve los intentos de las comunidades por superar los retos puede «ayudar a la gente a ver, visualizar e imaginar otra forma de interactuar».
«Cuando las personas sienten que no hay esperanza pueden rendirse o volverse cínicas. [...] Si se hace un buen periodismo en torno a los intentos de resolver los problemas, la gente se compromete mucho más que con un periodismo que se limite a exponer problemas», prosiguió refiriéndose a las formas de periodismo que discuten los problemas sin explorar las soluciones.
«No es necesario que la solución contenida en la noticia haya funcionado ―añadió Ripley―. El hecho de que la comunidad intente resolver su propio problema demuestra su capacidad de acción. Y eso hace que las personas de todo tipo de grupos demográficos se sientan partícipes».
Temily Tianmay, periodista y profesora universitaria de Malasia, analizó el cuidado con el que se ve y se representa a las personas en las noticias. La evolución de los medios de comunicación, argumentó, radica en la capacidad de los periodistas y de los canales de noticias para promover la dignidad humana.
«La óptica de la dignidad humana nos permite construir la unidad de nuevas maneras ―afirmó―. Si vemos a cada individuo como un ser digno y una fuente de conocimiento, ¿cómo trataremos no solo a nuestras fuentes, sino también a otros periodistas que pueden enfocar su trabajo de forma muy diferente a nosotros?».
Durante el encuentro también se debatió el papel de los periodistas como protagonistas del mejoramiento de la sociedad, y el grado en que están integrados y activos en las comunidades sobre las que informan.
Nwandi Lawson, antiguo periodista de la CNN, declaró: «Tenemos que reconocer que [los periodistas] son agentes sociales. Formamos parte de nuestra sociedad. Tenemos la obligación de buscar la verdad».
El debate, titulado «Los medios de comunicación, la crónica, el pueblo y sus dirigentes», fue organizado por la CIB a la luz del creciente interés sobre cómo liberar la motivación para un cambio social profundo, un área de diálogo que también está siendo fomentada por las oficinas bahá’ís de asuntos externos de varios países del mundo.
La Oficina Bahá’í de Asuntos Públicos de Estados Unidos ha promovido debates sobre cómo los medios de comunicación pueden ayudar a una sociedad a superar la polarización en cuestiones sociales. Las oficinas de la India y del Reino Unido han fomentado diálogos sobre cómo los medios de comunicación pueden arrojar luz sobre el poder de la religión para contribuir al progreso social y, al mismo tiempo, informar de forma constructiva sobre cómo la propia religión puede ser más eficaz para alcanzar sus objetivos más elevados. En Jordania, la Oficina Bahá’í de Asuntos Externos ha examinado el papel de los periodistas en la promoción de la justicia, y en Australia se ha centrado en cómo los medios de comunicación pueden contribuir a una mayor cohesión social.