Estudiar la interacción entre la cultura y la igualdad de género en Turquía
ESTAMBUL, Turquía — ¿Cómo influye la cultura en la imagen que se tiene de las mujeres? ¿Qué elementos de la cultura contribuyen a lograr la igualdad de género y cuáles funcionan como obstáculos?
«Nos hemos reunido para analizar estas cuestiones con muchas personas diferentes en estos últimos meses: representantes gubernamentales, profesores universitarios, organizaciones de la sociedad civil, artistas, escritores, jóvenes, mujeres y hombres», afirma un novelista de Estambul que ha participado en la serie de mesas redondas organizadas por la Oficina Bahá’í de Asuntos Externos de Turquía.
En el debate sobre la igualdad de género en Turquía, hay pocos espacios de discusión que ofrezcan la oportunidad de analizar la cuestión de la cultura. A partir de esta constatación, la Oficina inició esta serie de mesas redondas en las que se abordan temas relevantes, como la educación, las artes y la vida familiar.
« Estos diálogos giran en torno al principio vital de la igualdad entre mujeres y hombres como la base sobre la que se sustenta la transformación social», afirma Suzan Karaman, de la Oficina de Asuntos Externos.
Karaman explica que las mesas redondas han constituido una oportunidad única para que un grupo de personas interesadas en el tema se reúna y analice la realidad de su sociedad así como el funcionamiento de las fuerzas sociales.
En una reunión celebrada recientemente sobre el tema de la educación, el representante de una organización dedicada a empoderar a las mujeres comentó la necesidad de examinar todos los aspectos de la educación. Citando los libros de texto como ejemplo de cómo puede formarse una opinión pública sobre los roles de género, declaró: «Incluso las ilustraciones de un libro de texto de matemáticas pueden influir en los patrones de pensamiento cuando refuerzan los estereotipos, al representar a las mujeres desempeñando exclusivamente determinadas funciones».
Otro de los asistentes, director del Departamento de Sociología de la Religión de una importante universidad del país, profundizó en el tema: «La transformación de la cultura no significa anular la diversidad cultural o los aspectos positivos de la misma, sino cambiar las tradiciones patriarcales, los estereotipos y los distintos roles de género que se han transmitido de generación en generación y que pueden suponer un obstáculo para lograr la igualdad».
Los participantes señalaron que, si bien la educación suele verse como un medio para la movilidad económica y mejores oportunidades de trabajo, es necesario un tipo de educación que capacite espiritual y moralmente a las personas para buscar mayores grados de unidad y trabajar en pro del cambio social.
«La igualdad es una de las cuestiones más importantes de nuestra sociedad», afirmó una representante electa municipal que participó en las mesas redondas.
Y prosiguió: «También es uno de los valores más transgredidos y desatendidos de la familia humana a lo largo de la historia. Aunque queda mucho camino por recorrer, todo esfuerzo que contribuya en el camino hacia la igualdad es un acto de adoración y, por tanto, digno de elogio. La clave es promover una comprensión más profunda de este valor en la sociedad y llegar a personas de todos los sectores sociales por medio de la colaboración».
En los comentarios realizados al Servicio de Noticias, un autor describe la atmósfera unificadora de las reuniones: «Corremos al ordenador desde diferentes partes de Turquía para aprender unos de otros: participamos, escuchamos, preguntamos y comprendemos. Aunque somos todos diferentes en determinados aspectos, hemos llegado a querernos y a confiar los unos en los otros. Esta oportunidad ha creado una mayor comprensión y unidad. Ha traído alegría a nuestras almas y corazones en este mundo tan difícil».