En África mientras un templo emerge, aumenta la expectación sobre otro
MATUNDA, Kenia — Aunque se encuentran en fases de desarrollo muy diferentes, los sitios designados para las Casas de Adoración bahá’ís de Kenia y de la República Democrática del Congo ofrecen un primer atisbo del espíritu de esperanza y unidad que está surgiendo.
«El templo en construcción ya se ha convertido en un símbolo de unidad en la zona. La gente viene a ver lo que está sucediendo», comenta Stephen Mwangi, administrador del proyecto de la Casa de Adoración bahá’í local que se está construyendo en Matunda, Kenia.
Desde antes del inicio de las obras, personas de diferentes religiones de las poblaciones cercanas se han reunido en el sitio del templo para realizar reuniones de oración. Un número cada vez mayor de residentes de la zona, con un sentido de que el proyecto les pertenece, también han estado ayudando en diversas tareas, como la de cuidar un vivero de plantas in situ.
Los terrenos del templo se han convertido igualmente en un lugar de reunión para los jóvenes participantes de programas educativos bahá’ís, que desarrollan capacidades para el servicio. Vivian, una joven de Matunda, explica: «Adorar a Dios nos transforma interiormente y se expresa exteriormente. Lo cual se traduce en poner nuestra fe en acción a través de actos desinteresados».
Wesley, otro joven de la zona, apunta que «al participar en este proyecto y en las reuniones de oración en el sitio del templo, las personas de todas las creencias vienen para ver cómo la Casa de Adoración representa la unidad de la humanidad y el mejoramiento de la sociedad a través de acciones positivas».
A pesar de los problemas causados por la pandemia, los bahá’ís de Kenia y de la República Democrática del Congo han perseverado y han encontrado formas creativas de llevar adelante los proyectos de los templos, manteniendo al mismo tiempo las medidas de seguridad establecidas por sus respectivos Gobiernos.
Una vez echados los cimientos del edificio central de la Casa de Adoración en Kenia, se han levantado los nueve muros del templo y se están colocando los soportes para el elegante tejado inclinado del diseño.
En la República Democrática del Congo se espera con expectación la presentación del diseño de la Casa de Adoración nacional bahá'í. En la capital Kinshasa, se está acondicionando el terreno del templo para la fase de construcción. Voluntarios de la zona local y de todo el país han contribuido al mantenimiento del terreno, reuniéndose al comienzo de cada día para rezar juntos.
Sam Katombe, oficial de enlace con la comunidad para el proyecto de construcción de la Casa de la Adoración en Kinshasa explica:
«La adoración, como las raíces de un árbol, se nutre del suelo del amor divino. Y el servicio es como la savia que da vida a la comunidad. Quienes ofrecen su tiempo y energía para proporcionar a la población de su país un bello lugar para la oración y la meditación están ayudando a levantar un edificio dedicado a la unidad y al amor por todos».