Los jóvenes estadounidenses se colocan a la vanguardia de la respuesta local
CHICAGO — Los jóvenes estadounidenses que participan en actividades de creación de comunidad responden con celeridad a un gran número de necesidades que se generan en sus comunidades a raíz del brote de coronavirus COVID-19.
«Existen profundos lazos de amistad entre la gente que durante meses o años han estado trabajando para contribuir al progreso social —comenta Candace Vance, que monitoriza las actividades bahá’ís de desarrollo económico y social del país—. Por ello y por el amor que albergan por sus comunidades, muchos jóvenes ven que no pueden simplemente quedarse mirando y dejar pasar esta crisis; emplean las habilidades y capacidades que han desarrollado mediante la participación en los programas educativos bahá’ís para ayudar a quienes lo necesitan».
Una joven de Chicago describe la naturaleza de las actividades de su grupo. «Gradualmente hemos creado herramientas para identificar a voluntarios y diferentes tipos de material en nuestro vecindario, información que ahora podemos utilizar para conectar rápidamente a la gente con las distintas necesidades, como por ejemplo recoger y distribuir toallitas desinfectantes».
Otros jóvenes de la zona han estado elaborando vídeos informativos sobre las medidas sanitarias en los idiomas más comunes en su comunidad. También ayudan a las familias con barreras idiomáticas a acceder a los servicios gubernamentales.
Este tipo de barreras es frecuente en muchas zonas, como en el condado Prince William, Virginia, donde muchos padres sin posibilidad de obtener traducciones no habían podido acceder adecuadamente a los programas escolares para sus hijos.
«Al principio pensamos que los niños faltaban a clases por motivos relacionados con el acceso a internet, pero ese no era el motivo —comenta un joven de uno de los grupos comprometidos con los programas educativos bahá’ís—. La razón era que los padres no tenían ni idea de los procedimientos escolares establecidos».
Estos jóvenes, una vez identificadas las familias necesitadas de ayuda adicional, mantienen ahora sesiones telemáticas periódicas para difundir información administrativa en distintos idiomas y para ayudar a sus compañeros con las tareas escolares.
En la zona del Triángulo de Carolina del Norte, otro grupo de jóvenes ha organizado equipos de respuesta para ayudar con la distribución de comida, la ayuda financiera y escolar para su barrio, donde normalmente se habla como mínimo seis idiomas.
Niños en Los Ángeles, California, prepararon paquetes de provisiones para sus vecinos y, en Delaware, jóvenes elaboraron un tutorial para ayudar a los mayores de su comunidad a hacer pedidos de provisiones por internet. Bahá’ís de todas las edades y en todas partes del país evalúan las necesidades específicas de sus comunidades y se ofrecen a entablar amistades y a ser de algún servicio a la sociedad.
«Ahora más que nunca —comenta la Sra. Vance— vemos manifestaciones increíbles de generosidad y de creatividad por todo el país. La gente se esfuerza por todas partes para ayudarse mutuamente y mantener a todos a salvo. Nos vemos llamados a la acción cuando reflexionamos sobre la realidad espiritual del ser humano, que es dar generosamente a los demás y actuar con solidaridad».