El Parlamento canadiense explora internet, los medios sociales y la incitación al odio
OTTAWA, ONTARIO, Canadá — A medida que las sociedades se han dado cuenta de que internet puede ser una plataforma para el discurso de odio que incita a la violencia, un comité del Parlamento canadiense está estudiando este fenómeno y recabando información de varias comunidades religiosas, entre las que se incluyen los bahá'ís.
El Comité Permanente de Justicia y Derechos Humanos de la Cámara de los Comunes comenzó recientemente un estudio del discurso de odio en línea, reuniendo para una audiencia el 11 de abril a representantes de varias organizaciones religiosas y otras organizaciones de la sociedad civil para discutir formas de combatir el problema.
«Los jóvenes, especialmente, necesitan acceso a una educación que les enseñe, desde los primeros años, que la humanidad es una sola familia ―explicó Geoffrey Cameron, en representación de la Oficina de Asuntos Públicos de la Comunidad Bahá'í de Canadá―. Requieren una educación y una tutoría que vayan más allá de una condena simplista del odio o de una serie de cosas que deben y no deben hacer con respecto a sus actividades en línea».
La proliferación generalizada de las redes sociales ha hecho que los discursos de odio tengan una mayor audiencia en línea. Esto ha llevado a la glorificación de la violencia y las acciones de odio, declararon varios oradores en la audiencia del Comité. Por ejemplo, el primero de los dos ataques terroristas en la mezquita de Christchurch se transmitió en directo en Facebook durante 17 minutos, y muchos extremistas violentos se han inspirado en foros de discusión en línea y en las publicaciones de medios sociales, señalaron los oradores.
El Dr. Cameron destacó la necesidad de procesos educativos que ayuden a los jóvenes a navegar en un entorno de información polarizado y engañoso en línea: «Los jóvenes necesitan ayuda para desarrollar un marco moral sólido en el que puedan tomar decisiones sobre sus actividades en línea, como el contenido que eligen compartir y consumir, y sobre cómo utilizan sus poderes de expresión cuando se comunican con amigos y extraños».
La importancia de la educación, un tema fundamental en la contribución bahá'í durante la audiencia, fue señalada por otros, entre ellos la vicepresidenta del Comité, la diputada Tracey Ramsey. «Creo que una parte central de lo que estamos examinando aquí es que las personas entiendan cómo identificar qué es un artículo legítimo de los medios de comunicación y qué es algo que tal vez esté compartiendo mensajes de odio en internet y cómo distinguir entre estas cosas», afirmó la Sra. Ramsey. El debate también exploró la tensión entre el respeto de la libertad de expresión y la regulación del discurso de odio en línea, así como la posibilidad de encontrar soluciones técnicas para presentar informes y vigilar el discurso de odio o designar fuentes legítimas de noticias .
La audiencia puso de manifiesto una creciente conciencia de que los gobiernos y los ciudadanos no pueden ser ingenuos con respecto a las tecnologías en línea y su impacto en la sociedad. Las preguntas sobre los sistemas de valores integrados en las diferentes tecnologías en línea, sobre la privacidad, la desinformación y el discurso de odio, y sobre el aislamiento social y el mayor riesgo para las poblaciones vulnerables, son algunas de las preocupaciones que están siendo exploradas por una amplia gama de actores sociales como gobiernos, educadores, la sociedad civil y los individuos.
En medio de este complejo panorama, ayudar a los jóvenes a desarrollar un marco moral para navegar por el contenido en línea y sus contribuciones es una dimensión importante que no debe pasarse por alto, añadió el Dr. Cameron.