El diseño de la Casa de Adoración Nacional en Port Moresby, Papúa Nueva Guinea

Presentación en Naw-Ruz del diseño de templo nacional en medio de una gran alegría

21 de marzo de 2018

PORT MORESBY, Papúa Nueva Guinea — En un evento histórico de hoy, se dio a conocer el diseño de la Casa de Adoración Bahá'í Nacional de Papúa Nueva Guinea (PNG). La casa de adoración será uno de los dos templos bahá'ís nacionales que se construirán en el mundo en los próximos años, lo que significa un nuevo hito para la comunidad mundial bahá'í.

Unas quinientas personas se reunieron en el sitio del templo en la capital, Port Moresby, para honrar esta ocasión sin precedentes, que se celebró en Naw-Ruz, el Año Nuevo bahá'í.

La música y el baile tradicional de representantes de diversas regiones del país impregnaron la celebración de alegría y emoción. Un grupo de la aldea de Madina, hogar de los primeros indígenas bahá'ís en PNG, realizó una danza sagrada para conmemorar la ocasión.

El programa comenzó con una oración bahá'í cantada por un pequeño coro de jóvenes. «Estas palabras de Dios fueron realmente conmovedoras, desde el mirador en esta posición elevada sobre el valle de Waigani y los edificios y comercios en la lejanía y sintiendo la brisa fresca en el calor del día», describió uno de los participantes.

El templo nacional tendrá un aforo de 350 personas. Presentación
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El templo nacional tendrá un aforo de 350 personas.

Después de un estimulante programa devocional, el Secretario de la Asamblea Nacional de PNG hizo una presentación sobre el concepto de casa de adoración.

«En los escritos bahá'ís, la casa de adoración se describe como un centro colectivo de la sociedad para promover el afecto cordial, –explicó Confucius Ikoirere, el Secretario Nacional, en su discurso de apertura. – Se erige como un lugar universal de adoración abierto a todos los habitantes de una localidad, independientemente de su religión, origen, origen étnico o género». El Sr. Ikoirere también habló sobre la importancia del templo para la construcción de la comunidad y cómo representa la coherencia entre el servicio y la adoración lo cual es único en los anales de la religión.

Rodney Hancock, originario de Nueva Zelanda, una de las dos personas que trajeron la Fe bahá'í a PNG en la década de 1950, fue invitado a revelar el diseño del templo ante la audiencia.

Un grupo de mujeres del Monte Brown cantó una canción en su idioma tradicional, describiendo cómo sus madres y antepasados habían aceptado la Fe bahá'í y habían comentado que no sabían todo lo que la Fe les traería pero que traería desarrollos maravillosos en el futuro. Mientras señalaba la bella representación de cómo será la Casa de Adoración, el grupo afirmó que ahora sabían lo que su pueblo había querido decir.

El equipo arquitectónico compuesto por el arquitecto indígena de PNG Henry Lape y Saeed Granfar también dirigió una palabras al público. Explicaron que la «búsqueda de un tema universal» para el templo era «un desafío profundo en un país con más de 700 grupos culturales distintos.

»Una imagen sutil que una y otra vez nos llamó la atención fue la del arte de tejer, –prosiguieron el Sr. Lape y el Sr. Granfar en su charla. – En la vida tradicional de la aldea, que sigue viva y vibrante hoy en día en Papúa Nueva Guinea, y en los hogares urbanos, se encuentran en abundancia superficies y objetos tejidos. Es una imagen muy cercana al hogar para muchos de nosotros, una forma de arte funcional e inherentemente bello con la que interactuamos a diario».

Las reflexiones de los arquitectos también se refirieron a la manera en que la casa de adoración será un espacio donde la gente de PNG pueda unirse en la adoración a Dios y encontrar inspiración para servir a la humanidad a la vez. «El arte de tejer es análogo al proceso de construir la unidad en la diversidad. Las tiras individuales se unen para formar algo infinitamente más fuerte que las partes constituyentes del objeto y el conjunto se basa en las contribuciones de cada tira individual».

El edificio central de la casa de adoración tendrá un aforo de 350 personas. Las nueve entradas con techo a dos aguas reflejan una estructura tradicional que se asocia con lo sagrado en varias regiones importantes del país.