Explorando una concepción más amplia del empoderamiento de las mujeres
CIB NUEVA YORK — Es el momento para una concepción más amplia del empoderamiento de las mujeres, afirma la Comunidad Internacional Bahá’í en una nueva declaración. El discurso sobre el empoderamiento de las mujeres debe superar la preocupación de base por la participación de las mujeres en la vida económica de la sociedad, por importante que esta pueda ser, y contemplar la liberación de las enormes potencialidades de las mujeres para el progreso del mundo.
«El camino que lleva desde la duda a la confianza en sí misma, desde el silencio a la voz, desde la pasividad a la acción no puede entenderse únicamente en términos de incorporación al mercado laboral o de integración en la cadena de producción mundial de uno u otro tipo, –recoge la declaración–. El desarrollo de la capacidad debe tener en cuenta todos los aspectos de la existencia humana, ya sea económico, social, intelectual, cultural, espiritual y moral».
Bajo el título «Más allá de la simple economía: una investigación moral de las raíces del empoderamiento», la declaración se elaboró para la 62ª Comisión anual de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CCJSM), que comienza hoy y que precede a las celebraciones mundiales del Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo.
La CCJSM de este año se centra en el empoderamiento de las mujeres rurales. Destacando este tema, la declaración de la CIB recoge las experiencias de mujeres en distintos escenarios de todo el mundo que se hallan comprometidas con la transformación social en sus comunidades y sociedades.
Entre sus principales recomendaciones, la declaración propone que los sistemas educativos han de ser remodelados para liberar todo el potencial de las mujeres y para ayudarles a desarrollar «capacidades de servicio a la comunidad y a la sociedad». Inspirándose en la experiencia de la comunidad mundial bahá’í, sugiere que a medida que las mujeres se empoderan y contribuyen a la transformación de sus comunidades en muy distintos niveles, se vuelven más visibles, desafiando las dicotomías de género pre-existentes y los «prejuicios heredados acerca de los modelos sociales y los roles de mujeres y hombres».
«Existen numerosos ejemplos en todo el mundo de casos en los que las mujeres y los hombres trabajan codo con codo como socios que se respetan mutuamente» recoge la declaración.
Considerando el progreso de las mujeres en el contexto más amplio del progreso de la sociedad en general, la declaración explora un puñado de cuestiones relevantes.
«Uno de los desafíos ante la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, pues, es la reproducción de aquello que funciona. ¿Cómo puede construirse una cultura en la que las mujeres y los hombres conjunta y alegremente contribuyan al bien común en una sociedad tras otra?», se pregunta la declaración de la CIB.
«¿Qué se puede conseguir en las comunidades locales, no solo en unos cuantos programas piloto o en el transcurso de un ciclo de financiación, sino de forma indefinida hacia el futuro y en todo el mundo?».
El examen de estas cuestiones y sus soluciones contribuirá a un proceso mundial de aprendizaje que permitirá a la humanidad progresar colectivamente en este tema, afirma la declaración.
La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer se celebra del 12 al 23 de marzo 2018.