2017: Un año memorable para el mundo bahá’í
CENTRO MUNDIAL BAHÁ'Í — 2017 fue un año de avances de gran alcance en el mundo bahá’í.
Casas de Adoración
Menos de un año después de la inauguración de la última Casa de Adoración Continental en 2016, se consagró el primer templo bahá’í local en Battambang, Camboya, en septiembre.
Acerca de la ocasión la Casa Universal de Justicia declaró que «Está naciendo un nuevo amanecer».
En Norte del Cauca, Colombia, una comunidad se está preparando para su propia casa de adoración local. La construcción comenzó en enero y ha progresado considerablemente en los meses siguientes. La grabación en vídeo muestra el templo durante varias etapas de construcción.
En un momento notable para la isla de Tanna en Vanuatu, el diseño del templo local se dio a conocer en junio. Más de mil personas se reunieron en la isla para celebrar la presentación del diseño.
Desde que la Casa de Adoración Continental de Sudamérica abriera al público hace poco más de un año, ha recibido el asombroso número de 500 000 visitantes. Solo en octubre recibió más de 75 000 visitas, en ocasión de las celebraciones del bicentenario. También ha recibido varios premios prestigiosos de arquitectura. Pero aún más llamativo que estos reconocimientos y los cientos de miles de visitantes es la actualidad de una estructura que encarna los conceptos de unidad y unicidad.
Bicentenario
El 200 aniversario del nacimiento de Bahá’u’lláh creó un momento de pausa. Ofreció no solo la oportunidad de celebrar Su vida, sino también una oportunidad de reflexionar sobre las implicaciones de Sus enseñanzas para la vida de la humanidad y hacer el balance del surgimiento de la religión mundial que fundó, trazando su desarrollo desde sus orígenes tumultuosos en la Persia del siglo XIX hasta su surgimiento como una fe mundial que une un conjunto increíblemente diverso de comunidades en una empresa común.
El objetivo de las enseñanzas de Bahá’u’lláh consiste esencialmente en reunir a la humanidad para contribuir al surgimiento de una civilización mundial fundada en el reconocimiento de la unicidad de la humanidad.
«Bahá’u’lláh nos pide a cada uno de nosotros que desarrollemos un sentido de ciudadanía mundial y un compromiso con la protección de la tierra. Como bahá’ís, ustedes tienen el conocimiento que puede allanar el camino para un futuro mejor para las generaciones venideras, y ahora, más que nunca, las voces de los seguidores de Bahá’u’lláh deben ser escuchadas», declaró la Representante Permanente de Panamá ante las Naciones Unidas Laura Elena Flores Herrera en la reunión del bicentenario de la Comunidad Internacional Bahá’í celebrada en Nueva York.
Un documental producido para la ocasión, «Luz para el mundo», se proyectó en todos los rincones de la tierra, desde hogares hasta teatros y estadios. «Después de mirar la película, vi que personas de todo el mundo estaban haciendo estas actividades, y me di cuenta de lo bendecida que soy por estar incluida entre los que se han encontrado y están estudiando las palabras de Bahá’u’lláh», comentó una joven en Japón después de ver la película.
Se pueden ver muestras de las extraordinarias celebraciones por todo el mundo en bicentenary.bahai.org/es/ donde también está disponible una carta de la Casa Universal de Justicia escrita para la ocasión.
Compromiso social
Los mensajes de unas 200 autoridades públicas escritos con motivo del bicentenario fueron recibidos por comunidades bahá’ís de todo el mundo. Más de 30 de estas cartas de reconocimiento y apoyo provinieron de jefes de estado y gobierno, y muchas abordaron la contribución de los bahá’ís a la promoción de la paz, la cohesión social, la igualdad y la educación.
En varias reuniones a las que asistieron líderes gubernamentales, ONG y grupos religiosos, la Comunidad Bahá’í ofreció su contribución a cuestiones apremiantes, como el papel de la religión en la sociedad, la emigración, la paz, el medio ambiente, la educación y la igualdad de género.
Artes, cultura y publicaciones
Desde exposiciones en prestigiosos museos hasta celebraciones de las contribuciones de artistas, 2017 brindó un vislumbre del poder de lo espiritual para inspirar el arte. Innumerables expresiones creativas brotaron de la comunidad en conmemoración del bicentenario del nacimiento de Bahá’u’lláh.
De mayo a septiembre, el museo Guggenheim de Venecia ofreció una retrospectiva del trabajo del artista Bahá’í Mark Tobey. También en los museos de este año, se inauguró una exposición de los escritos de Bahá’u’lláh en el museo británico de Londres. En Italia, la firma Margraf organizó una exposición en el Museo Palladio de varios de los edificios más emblemáticos de la Fe bahá’í, construidos con mármol italiano.
El reconocido músico bahá’í Dizzy Gillespie, que habría cumplido 100 años este año, fue recordado en múltiples conciertos de homenaje en todo el mundo. Una entrevista con el viejo amigo y colega de Gillespie ofreció una mirada sobre la forma en que la espiritualidad influyó en su música.
Este año vio muchas publicaciones de la comunidad bahá’í. En enero, «Días de Recordación», una compilación de los escritos de Bahá’u’lláh para los días sagrados, se publicó por primera vez en preparación para el bicentenario. En septiembre se publicó una nueva edición de la revista Los Bahá’ís y en febrero se puso en línea un sitio web oficial para la comunidad bahá’í de Irán. También en la web, el sitio web Servicio de Noticias Internacionales Bahá’ís lanzó un nuevo diseño en marzo acompañado de una aplicación móvil y un podcast; el Banco de recursos bahá’ís lanzó una nueva colección de imágenes en septiembre; y el sitio web del bicentenario, que permanece en línea como un registro histórico, muestra celebraciones de todo el mundo.
Persecución de la Comunidad Bahá’í
A lo largo de este año, que abarcó muchas ocasiones de celebración, las comunidades bahá’ís de Irán y Yemen continuaron sufriendo persecución.
En abril, las autoridades de la ciudad de Sana’a ordenaron el arresto de más de 25 bahá’ís, entre los que se cuenta el prominente líder tribal Walid Ayyash, cuyo paradero aún se desconoce. Durante el bicentenario, las fuerzas de seguridad allanaron una pequeña reunión bahá’í, abrieron fuego y arrestaron a Akram Ayyash, el hermano de Walid.
«La yuxtaposición de estas acciones con los incontables ejemplos de celebraciones alegres y edificantes de las comunidades bahá’ís de todo el mundo no podría ser más sorprendente», afirmó Bani Dugal, representante de la Oficina de Nueva York de la CIB en las Naciones Unidas.
La persecución en Irán continuó sin cesar durante todo el año, incluida la negación sistemática de la educación universitaria a los jóvenes bahá’ís, la opresión económica de la comunidad bahá’í y otras violaciones de los derechos humanos.
Al llegar a su fin diez años de encarcelamiento injusto, las autoridades comenzaron a liberar a los ex Yarán, un grupo de liderazgo ad hoc que anteriormente administraba los asuntos de la Comunidad Bahá’í en Irán. Fueron arrestados en 2008. El grupo se formó con el pleno conocimiento y aprobación de las autoridades después de que las instituciones oficiales bahá’ís fueron declaradas ilegales en Irán en la década de 1980. Mahvash Sabet, de 64 años, Fariba Kamalabadi, de 55 años, y Behrooz Tavakkoli, de 65 años, completaron sus condenas de prisión y salieron de la cárcel; sin embargo, cuatro miembros aún permanecen en prisión.