Cohesión social: Reuniones nacionales para analizar las vías hacia la armonía social
CANBERRA, Australia — Mientras los bahá’ís del mundo conmemoraban los nacimientos del Báb y de Bahá’u’lláh, varias comunidades aprovecharon la oportunidad para organizar reuniones especiales a nivel nacional y analizar la forma en que los principios espirituales aportados por estas Luminarias Gemelas iluminan el camino hacia la armonía social.
Estas reuniones congregaron a representantes gubernamentales, dirigentes religiosos, representantes de las instituciones bahá’ís y otras personas de todo el país para analizar cómo la visión de Bahá’u’lláh sobre la unidad trasciende la mera tolerancia y exige un reconocimiento sincero de la diversidad humana como fuente de su fortaleza colectiva.
En Australia, se celebró una recepción en la Cámara del Parlamento Federal en Canberra sobre el tema «entretejer perspectivas diversas para generar unidad y armonía»
Sophie Scamps, diputada y coorganizadora de la reunión, compartió una reflexión sobre la identidad común de la humanidad: «Tenemos mucho más en común que lo que nos divide y este mensaje siempre resulta sumamente poderoso», afirmó.
La doctora Scamps se refirió a la Casa de Adoración bahá’í de Sídney como un símbolo de unidad, y la describió como «un faro en la colina para todos nosotros [... ] Se trata de un lugar de adoración abierto a personas de todas las religiones, […] un símbolo de unidad. Es un hermoso reflejo de los principios amables, pero firmes de la Fe bahá’í, comprometida con la cohesión y la armonía social».
El honorable Julian Hill, diputado y viceministro para la Ciudadanía y los Asuntos Multiculturales, habló sobre el papel que cada miembro de la sociedad tiene que ejercer para crear una sociedad más pacífica: «La cohesión social no es solo un estado final [.. ] es un proceso y […] requiere que todas las voces y todas las partes de la comunidad contribuyan a ello».
Y añadió: «el punto de vista bahá’í [...] de fusionar los aspectos materiales y espirituales de la vida constituye una aportación sumamente importante al proceso de cohesión social».
El honorable Julian Hill agregó que «hace 104 años que llegó [a Australia] el primer bahá’í, difundiendo este mensaje de unidad, de paz y de esperanza por toda nuestra nación. Estos valores (igualdad de hombres y mujeres, eliminación de los prejuicios y de la pobreza, igualdad de todas las personas, derechos humanos, la armonía de la ciencia y la religión) son cuestiones imperecederas».
Paralelamente, en el Reino Unido, una recepción en el Salón Churchill de la Cámara de los Comunes reunió a representantes gubernamentales, entre ellos al honorable Sr. Alistair Carmichael, diputado.
El diputado manifestó su agradecimiento por las actuaciones artísticas realizadas por los jóvenes comprometidos en los proyectos bahá’ís de desarrollo comunitario: «La presentación dinámica y esperanzadora de estos jóvenes de Sheffield dejó bien claro el compromiso de la comunidad bahá’í con la unidad y el progreso social».
Analizando el tema de la armonía y el progreso colectivo, Lord Khan de Burnley, ministro para la Fe, declaró: «Somos una sociedad mejor cuando somos uno».
Al otro lado del planeta, en una reunión en Malasia, una recepción en el Centro Bahá’í de Kuala Lumpur atrajo a representantes gubernamentales, embajadores y dirigentes religiosos de distintas comunidades, además de representantes de organizaciones de la sociedad civil. En sus comentarios, un miembro de la Asamblea Espiritual Nacional de los Bahá’ís de ese país, Geethanjali Gopal, destacó el principio de unidad en diversidad, citando un pasaje de los Escritos de Bahá’u’lláh:
« […] deben relacionarse con todos los pueblos y razas de la tierra con alegría y esplendor, puesto que la relación con la gente ha promovido y continuará promoviendo la unidad y la concordia, las cuales, a su vez, conducen al mantenimiento del orden en el mundo y a la regeneración de las naciones».
Las imágenes que siguen ofrecen una muestra de algunas reuniones de celebración de los nacimientos del Báb y de Bahá’u’lláh, con las que se puede reflexionar sobre la herencia espiritual común de la humanidad.
Oradores en la Recepción Parlamentaria en Australia, fila de arriba, de izquierda a derecha: Sophie Scamps, diputada; honorable Julian Hill; Natalie Mobini-Kesheh, secretaria de la Asamblea Espiritual Nacional de los Bahá’ís de Australia. El programa contó con canciones interpretadas por los participantes en los proyectos de desarrollo comunitario. En los últimos años, la Oficina Bahá’í de Asuntos Externos de Australia ha venido contribuyendo al diálogo sobre cohesión social. Como parte de esta labor continuada, la Oficina publicó un documento con el título «[Crear una historia inclusiva](https://dbe00f78-2b63-4e86-9c6a-ccc91c888fb7.filesusr.com/ugd/361673_5df1efac1c61412cb600d883e68851ab.pdf?index=true]».
Participantes en la recepción en la Sala Churchill de la Cámara de los Comunes del Reino Unido, entre ellos el honorable Alistair Carmichael (fila superior, derecha), diputado; Lord Khan de Burnley (fila central, imagen izquierda, derecha), ministro para la Fe; y Shirin Fozdar-Foroudi (fila central, derecha), miembro de la Asamblea Espiritual Nacional de los Bahá’ís del Reino Unido. El programa contó con un debate sobre la labor de las comunidades bahá’ís en todo el país para hacer aportaciones al progreso social y los aprendizajes de las actividades de la Oficina Bahá’í de Asuntos Públicos para contribuir a los diálogos relacionados con la armonía social.
En una reunión nacional en el Centro Bahá’í de la ciudad de Kuwait se examinó cómo los principios espirituales, como la armonía entre la ciencia y la religión, la justicia y la participación universal, son fundamentales para promover una sociedad más pacífica. La reunión formó parte de las actividades de la Oficina Bahá’í de Asuntos Externos del país para aportar a los diálogos nacionales sobre la convivencia religiosa. Los asistentes manifiestan su agradecimiento por esta reunión y destacan el espíritu de unidad y de amistad.
En la India, una reunión organizada por la Oficina Bahá’í de Asuntos Públicos de aquel país, en colaboración con la Comisión Nacional para las Minorías, convocó a representantes gubernamentales y de diversas comunidades religiosas para estudiar el papel que la religión puede desempeñar en fomentar el progreso social. En la imagen de arriba, algunos de los asistentes al debate. Arriba, de izquierda a derecha: Madhu Khanna, profesor de Religión Ïndica; Iqbal Singh Lalpura, presidente de la Comisión Nacional para las Minorías, Gobierno de la India; Shernaz Cama, representante de la comunidad parsi zoroastriana; y Salim Engineer, vicepresidente de Jamaat-e-Islami Hind.
En la imagen superior, Lim Soon Kam (fila superior, izquierda), miembro de la Asamblea Espiritual de los Bahá’ís de Malasia y Geethanjali Gopal (fila central, derecha), otro miembro de la Asamblea Nacional. Otros asistentes fueron: Julian Leow Beng Kim, arzobispo de Juala Lumpur; Datuk Seri Thiru, representante del Templo Sri Maha Mariamman Dhevasthanam; Thai Dadon, Consejo Budista Vajrayana de Malasia; y Huladawe Hemaloka, de la Sociedad de Bienestar Ti-Ratana de Malasia.