Papúa Nueva Guinea: Paneles de madera labrada a mano embellecen el templo en construcción
PORT MORESBY, Papúa Nueva Guinea — En la construcción de la Casa de Adoración bahá’í de Papúa Nueva Guinea, 432 paneles de madera, todos labrados por artesanos locales, ya enmarcan las nueve puertas que pronto darán la bienvenida a los diversos pueblos de ese país.
Saeed Granfar, miembro del equipo de arquitectos, reflexiona sobre la evolución del trabajo artesanal de la Casa de Adoración: «Igual que el enorme espacio interior dispone de bandas de aluminio meticulosamente entrelazadas a mano, los paneles de madera labrada a mano prolongan esa expresión de maestría desde el interior del templo hasta su exterior.
«Esta perfecta integración entre la artesanía interior y exterior no solo refleja la convergencia de las distintas destrezas y tradiciones, sino que también encarna la visión unificadora de un espacio sagrado que pertenece a todos», añade.
Esa armonía de diseño y propósito propició una decisión fundamental en el proyecto de construcción. La intención inicial era utilizar madera dura autóctona de kwila, pero el equipo de dirección de obra, al conocer su situación de especie amenazada, optó por utilizar madera de chengal, de origen sostenible, recuperada de edificios demolidos.
El equipo de dirección de obra había pensado, en principio, utilizar técnicas modernas de fabricación para grabar los diseños en los paneles de madera. Sin embargo, conforme avanzaba el proyecto, el equipo decidió en su lugar recurrir a los talladores de madera de otra región de Papúa Nueva Guinea, Sepik, una zona famosa por su legado en la talla en madera.
Charles Sasa, maestro tallador, manifestó la profunda alegría del equipo por poder participar en el proyecto. «Los talladores, nuestras familias y nuestros hijos hemos sido bendecidos y estamos agradecidos por formar parte de este edificio icónico en este nuestro país, Papúa Nueva Guinea».
Sus hábiles manos, entrenadas a lo largo de generaciones de tradición, transformaron la sencilla madera en una manifestación de belleza.
Con un área de 387 metros cuadrados, los paneles de madera están tallados con gran detalle en forma de olas que irradian hacia el exterior desde cada entrada de la Casa de Adoración.
El equipo del proyecto considera un hito importante la finalización de estos paneles en unos tres meses. Poco a poco, la construcción del templo va revelando un hermoso espacio inclusivo, en el que la contemplación y la oración inspirarán el servicio a la sociedad.
Talladores de la región de Sepik (Papúa Nueva Guinea) embellecen los paneles de madera que ahora enmarcan las nueve puertas de la Casa de Adoración en construcción de ese país.
Con un área de 387 metros cuadrados, los paneles de madera están tallados con gran detalle en forma de olas que irradian hacia el exterior desde cada entrada de la Casa de Adoración.
Paneles de madera tallados a mano adornan las nueve puertas de acceso al templo.
Poco a poco, la construcción del templo va revelando un hermoso espacio inclusivo, en el que la contemplación y la oración inspirarán el servicio a la sociedad.