CIB Bruselas: Reinventar el papel de las personas mayores en la sociedad
CIB Bruselas — En un momento en que el diálogo social se centra con frecuencia en las complejidades del apoyo a los mayores dentro de los sistemas sanitarios y de pensiones, la Oficina de la Comunidad Internacional Bahá’í (CIB) en Bruselas ofrece un punto de vista refrescante: considerar a los mayores como contribuyentes inestimables al tejido de la vida comunitaria, haciendo hincapié en su papel como participantes activos en la formación de una sociedad cohesionada y dinámica.
Esta óptica, que se analiza en la declaración titulada Una estrategia europea para las personas mayores: El papel insustituible de la vida comunitaria, es especialmente pertinente a la luz de la creciente preocupación por la soledad y el aislamiento social de las personas mayores en Europa y en el mundo.
La declaración se dió a conocer entre las autoridades de la Unión Europea (UE), así como entre los ponentes y organizadores de la conferencia titulada Presente y futuro de la política de la UE para las personas mayores, celebrada la semana pasada y organizada conjuntamente por el Comité Económico y Social Europeo y la Presidencia española de la UE con el fin de buscar estrategias en Europa para abordar este problema.
En su esfuerzo por subrayar la centralidad de una vida comunitaria dinámica para toda una serie de problemas sociales, la declaración también ha sido compartida con muchos grupos de la sociedad civil implicados en el cuidado de ancianos, así como con personas comprometidas con la cohesión social.
En declaraciones a este Servicio de Noticias, Rachel Bayani, representante de la Oficina de Bruselas, declaró: «La visión de la CIB reformula la visión de las personas mayores no solo como miembros de la sociedad a los que hay que cuidar, sino como contribuyentes vitales a la vida de la comunidad.
»El deseo de servir y contribuir de forma significativa a la sociedad no se desvanece con la edad».
Bayani añadió: «Al reconocer las diversas capacidades de las personas mayores, las comunidades pueden fomentar una cultura en la que cada grupo de edad enriquezca al otro, creando un patrón armonioso de experiencias compartidas y apoyo mutuo».
La declaración de la Oficina de Bruselas hace hincapié en la responsabilidad compartida ―que abarca a individuos, comunidades e instituciones de Europa― de crear entornos en los que se valore y fomente la aportación de cada persona.
También subraya la necesidad de «abordar las causas profundas que conducen al aislamiento y la soledad que se manifiestan en todos los segmentos de la sociedad, y ofrecer canales a través de los cuales el deseo innato de las personas de todas las edades de contribuir de forma significativa a su sociedad pueda encontrar una expresión práctica».
La declaración, que puede consultarse aquí (en inglés), se suma al resto de las actividades sistemáticas de la CIB para contribuir al diálogo sobre la mejora social.