Las Casas de Adoración: Representantes gubernamentales analizan la cohesión social en el templo de Chile
SANTIAGO, Chile — Un encuentro celebrado recientemente en la Casa de Adoración bahá’í de Santiago reunió a representantes gubernamentales, al ministro secretario general de la Presidencia, a miembros de la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos de Chile y a representantes de la comunidad bahá’í del país para analizar cómo contribuye la religión a desarrollar una sociedad más cohesionada.
Los debates se centraron en la idea de que el servicio es parte integrante del progreso social. Este concepto representa la esencia de las Casas de Adoración bahá’ís, en las que la oración y la contemplación inspiran el servicio a la sociedad.
Álvaro Elizalde Soto, ministro secretario general de la Presidencia, afirmó: «Aquí, nos sentimos en casa. El templo es maravilloso y ha sido muy bien diseñado como lugar de oración y de reflexión».
El ministro Elizalde Soto manifestó su agradecimiento por las aportaciones históricas de la comunidad bahá’í a Chile y expresó su deseo de promover un país más inclusivo.
Macarena Lobos, subsecretaria del Ministerio Secretaría General del Gobierno, subrayó que «el diálogo constructivo y la colaboración con las comunidades religiosas son fundamentales para el avance hacia una sociedad más próspera».
Verónica Oré, directora de la Casa de Adoración bahá’í de Santiago, destacó el papel crucial que el principio de la unicidad de la humanidad ejerce en el progreso social. «La aplicación de este principio implicará reorganizar muchos modelos y estructuras de nuestro actual orden social para permitir que todas las personas participen en la configuración de una sociedad igualitaria y unida».
Desde su consagración en 2016, la Casa de Adoración se ha convertido en el epicentro del diálogo de los diversos agentes sociales para tratar en profundidad y analizar temas como los extremos de riqueza y de pobreza, la igualdad entre hombres y mujeres, la protección de la naturaleza y la economía.