Santuario de ‘Abdu’l-Bahá: Finalizada la estructura de hormigón del Santuario
CENTRO MUNDIAL BAHÁ’Í — Tras un trabajo infatigable y meticuloso, se ha logrado un hito muy esperado: el equipo de construcción ha concluido el vertido de hormigón para la pérgola del Santuario de ‘Abdu’l-Bahá. Esto supone no solo la finalización de uno de los aspectos técnicamente más desafiantes del proyecto, sino también la culminación de los trabajos en la estructura de hormigón del Santuario.
Inicialmente, el equipo había planificado realizar el hormigonado de la pérgola (la intrincada estructura de la cubierta que se alza sobre la plaza central y el edificio) de una sola vez. No obstante, a mediados de agosto, se decidió verter primero el hormigón blanco de alta calidad en los sofitos norte y sur.
Se escogió el hormigón arquitectónico blanco, de superficie texturada, por su visibilidad desde la plaza, mientras que el hormigón gris queda oculto.
En la noche del domingo 27 de agosto, el equipo inició el vertido del hormigón gris, una tarea que se prolongó durante diecinueve horas ininterrumpidas. A lo largo de toda la noche y hasta el día siguiente, fue necesario garantizar el suministro continuo de hormigón para conseguir una estructura monolítica sin juntas.
Khosrow Rezai, director del proyecto, explicó que para ello «se necesitaron cuatro bombas simultáneas estratégicamente situadas en diferentes posiciones».
Amnon Cohen, el contratista general, describió la complejidad de esta tarea: «Fue un desafío gigantesco coordinar las cuatro bombas de manera que no interfiriesen entre sí».
Para conseguirlo, la pérgola se segmentó en cuatro cuadrantes, cada uno con un equipo exclusivo. «Cada equipo disponía de una bomba y un sector en el que trabajar», precisó Cohen al respecto y añadió: «Y hubo una manera particular de fraguar la estructura, ya que el hormigón tenía que verterse de tal forma que pudiera penetrar en las curvas y los rincones del molde de EPS».
Otro desafío fue garantizar un flujo constante de hormigón en cada bomba. Cohen explicó: «Tuvimos que coordinar todos los camiones que accedían a la verja de modo que supiesen a dónde dirigirse, a qué bomba ir y asegurarnos de que no hubiese demasiados camiones en una y muy pocos en otra. En todo momento, hubo un camión detrás de otro en cada bomba y el volumen de hormigón se equilibraba entre ellas de manera que la cubierta pudiese fraguarse de forma homogénea.
Para asegurar el suministro ininterrumpido de hormigón, el equipo coordinó las entregas de cuatro fábricas distintas. Este planteamiento fue indispensable dado que el volumen requerido podía sobrepasar potencialmente la producción de una sola planta de hormigón en un período de 24 horas. Otro elemento que se tomó en consideración fue minimizar el impacto de los retrasos debidos al tráfico desde cualquiera de las plantas. Tras consultar con las empresas hormigoneras, el equipo seleccionó un día en el que se preveía el menor tráfico, y una probabilidad mínima de retrasos.
Cohen describió cómo el equipo se preparó para cualquier contingencia: «Teníamos repuestos para todo, incluso una bomba de hormigón. Nos organizamos excepcionalmente de manera que nada nos tomara por sorpresa. Hicimos una lista de todos los fallos críticos que pudieran producirse y elaboramos un plan».
El espíritu en la obra estuvo cargado de ilusión y de emoción durante todo el proceso. El lunes por la mañana, Cohen describía así cómo se sentía todo el mundo:
«Conseguimos nuestro objetivo. Así que todos estamos muy, muy contentos, aunque extenuados. Y el espíritu en la obra ha sido realmente especial. Durante cuatro años, algo en el ambiente, en la obra, ha hecho que la gente quiera tener éxito, quiera hacerlo lo mejor que puede. Se dan cuenta de que se trata de una estructura singular que solo puedes crear una vez en la vida».
Rafi Anunu, ingeniero estructural principal, detalló algunos retos exclusivos de trabajar en el proyecto:
«Todos los edificios que solemos diseñar se construyen para que duren 50 años. Este edificio está diseñado para durar cientos de años. Por eso necesita una mezcla de hormigón diferente. Lo cual implica que el diámetro mínimo de la ferralla sea mayor. Todo es distinto. No se parece al resto de edificios».
El hormigón de la pérgola se dejará secar durante un mínimo de treinta días antes de que se retiren los moldes que se encuentran debajo, dejando visible por primera vez la estructura completa de la cubierta.
Mientras tanto, ya se han iniciado los trabajos para completar la berma oriental, ahora que no se necesita esa zona como área de operaciones para el vertido de hormigón. Las obras avanzan con celeridad en el Centro de Visitantes de ‘Akká: su estructura ya está terminada y los trabajos interiores comenzando a ejecutarse.
En el siguiente vídeo, Rezai describe los próximos pasos que seguirán a la finalización de la estructura de hormigón del Santuario.
A continuación, las imágenes dan una idea de la intensidad del trabajo necesario para alcanzar este importante hito.
En las últimas horas de la tarde del domingo, los camiones empiezan a verter el hormigón gris. La ciudad de ‘Akká se divisa a lo lejos.
Los camiones de hormigón llegan a la obra para garantizar un suministro constante para las cuatro bombas.
Una bomba de hormigón en la base de la berma oriental.
Puesta de sol del domingo, en plena faena de moldear la estructura de la cubierta. La base de la berma oriental se utiliza como zona de maniobras para dos bombas de hormigón.
El trabajo prosigue mientras cae el sol.
Al anochecer, potentes faros iluminan la pérgola.
Continúan congregándose camiones en la base de la berma oriental después del anochecer.
Bomba de hormigón en la plaza norte.
Hacia el oeste, las luces de la ciudad de ‘Akká brillan en la distancia.
Se bombea el hormigón gris en el encofrado de EPS.
Continúan llegando camiones durante toda la noche, garantizando un suministro continuo de hormigón para cada bomba.
En la imagen, las bombas de hormigón y los camiones en la base de la berma oriental.
El trabajo continúa mientras se acerca la mañana.
Al amanecer, el vertido de hormigón se encuentra en su fase final.
Bien entrada la mañana, el centro de la estructura de la cubierta es la única sección que queda por verter.
El hormigón se nivela en el centro de la pérgola.
Serie de imágenes que muestran las diferentes etapas de la construcción de la pérgola, comenzando con la construcción del encofrado de EPS y terminando con el hormigón vertido en los moldes.
La luz del sol poniente ilumina la pérgola finalizada el lunes por la tarde.
Cubierta finalizada.