CENTRO MUNDIAL BAHÁ’Í — Se ha presentado una nueva edición de la publicación titulada Para el mejoramiento del mundo, que arroja luz sobre las actividades de la comunidad bahá’í, en colaboración con actores sociales de todos los ámbitos de la vida, a fin de contribuir al progreso material y social.

Esta publicación, preparada por la Organización Internacional Bahá’í para el Desarrollo del Centro Mundial Bahá’í, ilustra cómo se está llevando a cabo el desarrollo social y económico bahá’í.

Una característica esencial de esta empresa, se afirma en la publicación, es su marco dinámico para el aprendizaje colectivo, arraigado en los principios espirituales de las enseñanzas bahá’ís y en la convicción de que todos los seres humanos «han sido creados para llevar adelante una civilización en continuo progreso». La publicación analiza algunos elementos claves de este marco, proporcionando ejemplos de las actividades realizadas en todas las regiones del mundo.

Principios y enfoques

En la publicación se afirma que, durante décadas, la idea del desarrollo ha llegado a entenderse como un proceso complejo que no se resuelve meramente con planteamientos materialistas. Los responsables políticos y los expertos han enfocado su interés, cada vez más, en analizar el papel de la espiritualidad y la religión para mejorar la práctica del desarrollo.

Para el mejoramiento del mundo examina esta idea, analizando varios conceptos y principios que son esenciales para llevar a cabo los proyectos bahá’ís de acción social, entre ellos: la unidad y la justicia, que exigen una reformulación de las relaciones que sustentan la sociedad; la armonía de la ciencia y la religión, destacando que «la religión sin la ciencia degenera pronto en superstición y fanatismo, mientras que la ciencia sin la religión se convierte en un mero instrumento del materialismo más salvaje»; y la participación universal, que exige la participación más amplia posible de todos los miembros de la familia humana, sea cual sea su procedencia.

Íntimamente relacionado con el objetivo de la participación universal se halla el concepto del desarrollo de capacidad en todos los ámbitos de la sociedad. Bajo esta perspectiva, las personas, comunidades e instituciones son consideradas protagonistas que trazan su propio camino de desarrollo.

Una consecuencia de este principio, en el que pone un especial énfasis la publicación, es que el cambio social no es un proyecto que un grupo lleve a cabo en beneficio de otro. Al contrario, al asumir que ninguna nación o pueblo ha alcanzado un estado de paz y prosperidad verdaderas que sirvan de modelo para los demás, lo que entra en juego es la necesidad de un proceso de aprendizaje en todos los contextos sociales y culturales sobre el significado y las implicaciones del desarrollo en todas sus dimensiones: material, espiritual y social.

Ámbitos de actuación y abanico de actividades

La publicación recorre un amplio abanico de iniciativas bahá’ís de desarrollo, desde proyectos locales a pequeña escala hasta programas complejos de desarrollo llevados a cabo por organizaciones de inspiración bahá’í.

Las iniciativas constituyen respuestas a las necesidades locales y están relacionadas con uno o varios ámbitos, como la educación, la agricultura, el medio ambiente, las artes y los medios de comunicación, la salud, la economía local, la promoción de la mujer y la ayuda humanitaria. Los ejemplos abarcan una amplia gama de entornos sociales y culturales en todos los continentes, ilustrando que, para la comunidad bahá’í, el desarrollo es un proceso que implica necesariamente el desarrollo comunitario y la acción local en todas las partes del mundo.

En la publicación se afirma que, al aprender a combinar en estos proyectos los puntos de vista de la religión y de la ciencia, pueden surgir nuevas ideas y vías para mejorar la condición humana.

Proceso de aprendizaje permanente

Para el mejoramiento del mundo destaca el aprendizaje como tema central y modo de funcionamiento en las labores bahá’ís de acción social. Ello implica el estudio, el diálogo, la acción y la reflexión continuos; todo ello a la luz de las aportaciones de la ciencia y la religión. Este proceso se apoya en formas de organización y estructuras en evolución a todos los niveles, desde el local al internacional, para facilitar el aprendizaje sobre el desarrollo.

A través de este proceso de aprendizaje, las instituciones bahá’ís regionales y nacionales conectan los conocimientos adquiridos en barrios y aldeas con un conjunto más amplio de conocimientos, y la Organización Internacional Bahá’í para el Desarrollo actúa como entidad de aprendizaje dedicada a sintetizar las experiencias mundiales en materia de desarrollo.

La sistematización del aprendizaje permite a las comunidades de todo el mundo beneficiarse del creciente conjunto de conocimientos sobre el desarrollo y contribuir al mismo.

Esta última edición de Para el mejoramiento del mundo es la cuarta de la serie, con ediciones anteriores publicadas en 2003, 2008 y 2018. Se han distribuido ejemplares de la publicación a unos 1400 delegados y Consejeros en la Convención Internacional Bahá’í, que comenzó el 29 de abril de 2023. También se puede acceder a un ejemplar de la nueva edición en Bahai.org.