Kazajistán: El arte como promotor de la armonía social
ASTANA, Kazajistán — ¿Cuál es el impacto del arte sobre nuestra percepción del mundo y de nuestro lugar en el mismo? ¿Cómo puede el arte evocar los ideales más elevados en las personas e infundirles el deseo de contribuir a la armonía social? ¿Y cómo puede la religión inspirar belleza en el arte?
Estas son algunas de las cuestiones analizadas por artistas y la Oficina Bahá’í de Asuntos Públicos de Kazajistán en una serie de diálogos bajo el título Promover el bienestar de la sociedad.
Estos debates, que forman parte de las actividades consolidadas de la Oficina para participar en el diálogo de la armonía social, reúnen a profesionales de distintas disciplinas para analizar cómo su campo puede ayudar a construir una sociedad cohesionada y próspera.
Timur Chekparbayev, de la Oficina de Asuntos Públicos, explica que reflexionar sobre la expresión de la belleza en el arte nos hace pensar en la armonía y la exaltación del espíritu humano. Las artes, afirma, pueden hacer que percibamos la nobleza de nuestros semejantes.
«Es difícil imaginar el progreso social y un mundo en paz sin aceptar la importancia de las artes para lograr un cambio positivo, reducir las divisiones y fomentar un sentido de unidad», afirmó Chekparbayev.
Los participantes señalaron, sin embargo, que las artes también se han utilizado como medio para distorsionar la percepción que la gente tiene sobre la naturaleza humana y avivar las llamas de la división.
Otro miembro de la Oficina, Lyazzat Yangaliyeva, añadió: «Si se ha de aprovechar el potencial de las artes para promover actitudes pacíficas, entonces quienes se dedican al arte se beneficiarán enormemente cultivando una perspectiva esperanzadora y aplicando principios espirituales a su trabajo».
El cineasta Aziz Zairov se hizo eco de este sentimiento y señaló que las obras creativas imbuidas de un significado más profundo pueden acercar a la gente. «Los artistas con conciencia social impregnan sus creaciones de sentido, infundiendo en su trabajo una energía que reverbera en el alma. Estas obras pueden ayudar a la gente para que consideren su lugar en este mundo como una forma de mejorar las vidas de los demás».
Nataliya Bazhenova, pintora y profesora de arte en el Museo Kasteev, habló de la importancia de desarrollar una sensibilidad temprana hacia la creatividad y la belleza. «El arte ofrece una forma de expresión de uno mismo ―afirmó―. Cuando se nutren adecuadamente, las actividades artísticas pueden elevar el propósito y el rumbo de la vida de una persona».
Bazhenova agregó: «Llevo muchos años enseñando a niños en el museo y he visto cómo cambian, cómo empiezan a ver la belleza del mundo. Es difícil crecer sin esta atracción hacia la belleza».
Estos diálogos pusieron de relieve la relación compleja y polifacética de las artes con la sociedad. Las artes pueden servir a la vez como un medio para promover la armonía social y como una expresión rica y variada de la creatividad y la experiencia humanas, con el potencial de inspirar y elevar la visión del mundo de las personas.
Al reflexionar sobre el enfoque de esta serie de debates, Yangaliyeva afirma que el principio de la consulta, que se encuentra en el centro de estos diálogos, hace que los participantes se vean como colaboradores en el análisis de las distintas facetas de los problemas sociales. «Este planteamiento evita las relaciones de antagonismo, lo cual permite un análisis más rico de las causas profundas de los desafíos», afirma.
La Oficina de Asuntos Públicos continuará analizando temas que guarden relación con el diálogo sobre la armonía social, como el papel de los medios en la promoción de la unidad y la igualdad de las mujeres y los hombres.