Para preparar las bermas, primeramente se ensamblan bloques de poliestireno expandido (EPS) y se colocan en capas superpuestas para crear la forma de la pendiente. A continuación, se vierte grava sobre el encofrado, utilizando una bomba de grava especializada, para crear una superficie lisa y continua. Seguidamente, se coloca un revestimiento que separará el hormigón de la grava. Sobre el revestimiento, se instala una red de barras metálicas para reforzar el hormigón, que finalmente se vierte encima. La superficie de hormigón se ha diseñado para que los pequeños vehículos de mantenimiento puedan circular con seguridad por la berma sin dañarla. Una vez terminada, la berma se cubrirá con tierra vegetal y se ajardinará con césped, arbustos y otras plantas.