Reino Unido: El periodismo sensacionalista nubla la visión de la realidad
LONDRES — ¿Cuál es el papel de los periodistas en la promoción del entendimiento y del diálogo, especialmente en un entorno mediático que se deja llevar a menudo por el sensacionalismo?
Esta fue una de las cuestiones analizadas por dos experimentados periodistas del Reino Unido —un antiguo reportero de la BBC y un redactor del periódico The Guardian— junto con miembros de la Oficina Bahá’í de Asuntos Públicos de aquel país en un reciente podcast (en inglés) realizado por esa Oficina bajo el título De buena fe: La verdad y las normas en los medios.
«Los redactores tienen que estar libres de prejuicios, ser imparciales y capaces de ver los temas con un sentido de justicia», afirmó Carmel Kalani, de la Oficina de Asuntos Públicos.
Kalani se inspiró en una analogía de las enseñanzas bahá’ís al describir el poder de los medios para elevar la conciencia pública: «Los periódicos, las redes sociales y otros formatos de medios de comunicación son como “el espejo del mundo”. Están “dotados de oído, vista y habla”».
Una de las implicaciones, comentó, es que los artículos y otras formas de expresión periodística tienen el potencial de inspirar un sentido de unidad con nuestros semejantes.
«Cuando los periodistas cuentan una noticia, dan forma al mundo en el que vivimos, moldean lo que vemos como posible», declaró Kalani, explicando que los medios pueden liberar la «enorme capacidad de las personas para crear unidad y paz».
A pesar de este enorme potencial, ciertas prácticas presionan a los periodistas para que realicen reportajes sensacionalistas como, por ejemplo, sorprender con una entrevista a personas que pasan una situación difícil.
«En periodismo existe lo que llamamos “tocar a la puerta”, una técnica en la que vas y tocas en la puerta de alguien, que se encuentra en medio de un suceso por lo general sin culpa ninguna, y le pides que haga una declaración ahí mismo», explica John McManus, antiguo reportero de la BBC y jefe de comunicación de los jesuitas en Gran Bretaña.
«Se hace solo para llenar el tiempo y dar una noticia más», agregó McManus explicando que con esta técnica, por lo general, no se ofrece información sobre ningún hecho nuevo. Al contrario, se alimenta el apetito de la audiencia por lo dramático y se aparta nuestra atención de los problemas reales.
McManus añadió que muchos periodistas se sienten incómodos con prácticas profesionales que conducen a una cobertura sensacionalista de las noticias y recalcó la importancia de la empatía y del respeto hacia la dignidad humana cuando se informa. «En el centro de todas estas noticias hay seres humanos con sentimientos. […] Todos tienen una familia. Así que siempre intento tenerlo presente, y así modero mis pensamientos y mis acciones».
Remona Aly, periodista de The Guardian, declaró: «Tienes ese sentido de responsabilidad con quienquiera que estés entrevistando. […] De verdad que me esfuerzo por mantener esa protección. Le digo [al entrevistado] «¿Le importa revisar el artículo después para ver si está cómodo con el contenido».
Durante el diálogo también se analizaron cómo los prejuicios y las falsas dicotomías pueden reducir los problemas multidimensionales a representaciones simplistas de la realidad que refuerzan las brechas sociales, políticas, económicas y religiosas, lo que lleva a una cobertura sensacionalista de las noticias.
McManus tocó el tema de la responsabilidad de los periodistas en mantener su imparcialidad: «Las cosas no son blancas o negras. Puedes tener en mente dos puntos de vista distintos y ambos ser correctos, puesto que sabemos que la vida humana es infinitamente variada y compleja».
Sobre estos debates, Nancy Warren, de la Oficina Bahá’í de Asuntos Públicos, explica que esta serie de podcasts forma parte de las acciones continuadas de la Oficina por contribuir al diálogo sobre el papel constructivo de los medios en la sociedad.
«La gente comienza su carrera periodística con ideales muy elevados, pero finalmente se topan con lo difícil que es escribir en consonancia con sus principios», afirma.
«Los foros organizados por la Oficina —ya sean en podcasts, debates en línea o reuniones presenciales— ofrecen un espacio para que los periodistas puedan analizar los temas candentes en su campo a la luz de los principios espirituales que coincidan con sus convicciones morales».