«Somos una sola familia»: Los dirigentes religiosos defienden la educación moral como base para la paz
HAIFA, Israel — La 12ª Conferencia Anual del Consejo de Líderes Religiosos de Israel se ha celebrado recientemente en el Centro Mundial Bahá’í y ha reunido a unos 115 participantes, entre los que se encontraban dirigentes de diversas comunidades religiosas, el ministro del Interior, el alcalde de Haifa, otras autoridades públicas y periodistas.
En los debates, se destacó el importante papel de la educación en la promoción de la armonía social, el fomento de los principios morales y el desarrollo de la capacidad de entablar un diálogo constructivo.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, se dirigió a los asistentes en un mensaje de vídeo, en el que destacó los valores compartidos entre las religiones y subrayó la importancia de la unidad en la diversidad. «La unidad no es uniformidad y no pretende difuminar las diferencias entre nosotros, al contrario, las diferencias de tradición y cultura son las que nos hacen tan especiales».
En su discurso inaugural, Ariane Sabet, vicesecretaria general de la Comunidad Internacional Bahá’í en Haifa, declaró: «No se puede sobrevalorar el poder singular de la religión a la hora de afirmar la nobleza de la humanidad, de refinar su carácter, de proporcionar sentido y motivación para crear una civilización sostenible y próspera».
Y añadió: «Que esta conferencia sirva de invitación a todos nosotros, como representantes de las religiones y dirigentes de la sociedad, para cumplir con la responsabilidad de hacer posible que la humanidad se una como miembros de una sola familia humana».
Ayelet Shaked, ministra del Interior, expresó su agradecimiento por el encuentro: «La conferencia es una excelente oportunidad para el respeto y la reciprocidad, especialmente para actuar conjuntamente en la lucha contra la violencia».
La alcaldesa de Haifa, Einat Kalisch-Rotem, habló de los empeños de la ciudad de Haifa para promover la armonía social. «Aquí en Haifa, no creemos en la mera coexistencia, sino en vivir juntos como una sola comunidad, todos nosotros».
Otro de los asistentes, el jeque Nader Heib, presidente de la Asociación de Clérigos Musulmanes, declaró: «Debemos aprender a reconectar [...] con calidez y [establecer] una nueva visión hacia el futuro».
Hubo consenso entre los dirigentes religiosos en cuanto a que una mayor colaboración entre ellos en las escuelas y otros espacios sociales demostraría su unidad y dedicación a la paz, especialmente a los jóvenes.
El rabino Simha Weiss, miembro del Consejo del Gran Rabinato de Israel, se hizo eco de este sentimiento, afirmando que la diversidad del personal que presta servicio en el Centro Mundial Bahá’í ofrece una visión de un futuro esperanzador. «Nos muestran que la convivencia es posible».
Y añadió: «Somos una sola familia [...] y esto es lo que tenemos que enseñar a los jóvenes de hoy».