El Congo: La superestructura del templo entra en la última fase
KINSHASA, República Democrática Del Congo — La superestructura de acero que sostendrá la cúpula de 26 metros de altura de la Casa de Adoración nacional bahá’í de la República Democrática del Congo (RDC) está casi terminada, lo cual señalará una fase decisiva en el proceso de construcción.
En las enseñanzas bahá’ís, las Casas de Adoración se describen como instituciones vitales que simbolizan de un modo tangible la integración de la adoración y el servicio. Esta realidad es cada vez más perceptible en la RDC, tanto en la obra del templo como en todos los rincones de este inmenso país.
La galería de imágenes que aparece a continuación ofrece testimonio del progreso de las obras y los primeros efectos del templo, que empieza a alzarse, en la vida espiritual de las comunidades próximas.
Poco después de que se completara la estructura de hormigón del pavimento y del nivel de la galería (arriba), los elementos estructurales de acero necesarios para la cúpula fueron entregados a pie de obra (abajo).
Los obreros ensamblaron los elementos de acero a ras de suelo para formar grandes segmentos de la superestructura que luego se izaron e instalaron. En la imagen puede verse la colocación del primer segmento.
La estructura de la cúpula se construyó en tres fases principales, cada una compuesta por un anillo de nueve segmentos. Esta estructura descansa sobre el nivel de la galería, anclada a las nueve riostras de cimentación que sirven además como escaleras de subida desde la planta baja.
Vista cenital del templo en el momento en que se izaba la superestructura.
En la imagen, las vigas del vértice de la cúpula —a treinta metros sobre el nivel del suelo— en proceso de colocación. En estos momentos se añade el resto de elementos que completan la estructura.
Los muros exteriores de la planta baja del templo ya se han finalizado. Se han unido mediante bloques de cemento fabricados para crear una atmósfera apacible en el interior del templo al permitir que el el aire fluya al tiempo que se mitiga el ruido del exterior.
Los trabajos en los jardines y senderos que rodean el edificio central han incorporado la creación de una fuente, un arroyo y un estanque reflectante a lo largo del acceso al templo.
Imágenes del estanque reflectante y del arroyo.
Se ha terminado hace poco la construcción de un centro de visitantes en el acceso al recinto.
Espacio exterior techado para reuniones junto al centro de visitantes que albergará a grandes grupos de personas y ofrecerá espacios para las actividades de la comunidad.
Además, un programa de internado recién inaugurado en el recinto del templo ha ofrecido a los jóvenes de distintas partes del país la oportunidad de desarrollar sus habilidades profesionales en campos como la dirección de proyectos, el diseño, la contabilidad, la albañilería y la jardinería, al tiempo que se les anima a aplicar estas habilidades en el servicio a sus comunidades.
Divine, una joven participante en la iniciativa, declara: «Las mujeres no tenemos tantas oportunidades en el terreno de la arquitectura, la logística, la planificación y la construcción. Este programa es ideal por cuanto ofrece a las mujeres la oportunidad de progresar en estos campos mientras sirven junto a sus conciudadanos.
«Cuando las personas sirven juntas, aprenden a apoyarse y a ayudarse unas a otras. Conforme el templo promueva los principios de servicio y de adoración en nuestra sociedad, poniendo a los demás antes que a uno mismo, el carácter intrínseco del país cambiará».
El programa, de dos meses de duración, incluye clases impartidas por profesionales con experiencia, dentro y fuera de las instalaciones, además de sesiones de estudio en las que los participantes dialogan sobre las necesidades de nuestras comunidades y sobre cómo servir a la sociedad.
Un grupo de jóvenes inscritos en el programa convierten una sala independiente del recinto en una casa.
Imágenes del antes y después de algunas estructuras auxiliares del recinto del templo que los jóvenes han reformado. Algunos participantes del programa, a su regreso a casa, han identificado espacios comunales que requieren reparación o reforma y colaboran con otros jóvenes para compartir lo que han aprendido en el programa.
Se realizan reuniones periódicas de oración en el recinto del templo, que atraen a personas de muy distintas procedencias y confesiones.
Personas de todas las comunidades de la República Democrática del Congo, inspiradas por la visión de las Casas de Adoración bahá’ís —denominadas en los escritos bahá’ís Mashriqu’l-Adhkár, que significa «El lugar del amanecer de la alabanza de Dios»— intensifican sus actividades enfocadas al bien común.