Autoridades y otros dignatarios en Tierra Santa rinden tributo a ‘Abdu’l-Bahá
CENTRO MUNDIAL BAHÁ’Í — Una recepción celebrada en Haifa la semana pasada reunió a autoridades gubernamentales, diplomáticos, líderes de la sociedad civil y dirigentes de comunidades religiosas —judíos, musulmanes, cristianos y drusos— para conmemorar el centenario del fallecimiento de ‘Abdu’l-Bahá y rendir homenaje a Su legado imperecedero en Tierra Santa y más allá de sus confines.
El presidente de Israel Isaac Herzog dirigió un mensaje grabado en vídeo a los asistentes, en el que afirmaba: «La historia de la vida de ‘Abdu’l-Bahá reflejó Su mensaje de bondad, compasión, y el impulso sin límites hacia la perfección moral, para nosotros como individuos y para la humanidad como colectivo.
»El llamamiento de ‘Abdu’l-Bahá a ver lo que nos une en lugar de lo que nos divide, Su creencia profunda en nuestra humanidad común y Su visión de la paz en la tierra siguen resonando desde Su sepultura aquí mismo, en Tierra Santa».
A lo que añadió: «En el centenario de Su fallecimiento, que la memoria de ‘Abdu’l-Bahá sea una bendición para todos nosotros y que la sabiduría de Sus enseñanzas traigan consuelo e inspiración a un mundo necesitado de curación y ayuden a acercarse a la humanidad a la visión de unidad y de paz».
La alcaldesa de Haifa Einat Kalisch-Rotem, que acudió a la recepción, habló sobre la conexión histórica de la ciudad con ‘Abdu’l-Bahá. La alcaldesa también manifestó su profunda admiración por el Centro Mundial Bahá’í y su gran anhelo por la vuelta de los peregrinos y de los visitantes a la zona.
Otros asistentes, al expresar su agradecimiento por el acto, declararon que tanto este como otros encuentros organizados por el Centro Mundial Bahá’í han servido como un faro de esperanza y han permitido trascender las diferencias.
Los invitados tuvieron la oportunidad de contemplar una exposición sobre ‘Abdu’l-Bahá y de ver un cortometraje titulado Refugio para toda la humanidad que destaca varios aspectos de Su vida de servicio en Tierra Santa, donde fue conocido entre la población local como ‘Abbás Effendi.
«‘Abbás Effendi fue un personaje verdaderamente singular ―afirmó David Rutstein, secretario general de la Comunidad Internacional Bahá’í―. Bahá’u’lláh se refirió a Él de muchas maneras, algunas de las cuales fueron el “Maestro”, el “Misterio de Dios”. Pero ‘Abbás Effendi escogió el único título de ‘Abdu’l-Bahá, el Siervo de la Gloria.
»De hecho, Su vida permanece como un ejemplo de servicio, que sigue inspirando a la humanidad más de 100 años después de Su fallecimiento», declaró David Rutstein.
Estos sentimientos quedaron patentes en la diversidad de culturas y regiones del mundo representadas por los miembros de los Cuerpos Continentales de Consejeros que viajaron a Haifa desde todas las partes del mundo para una conferencia especial.
Yair Lapid, el primer ministro suplente y ministro de Asuntos Exteriores, en un mensaje grabado en vídeo declaró: «Gracias por hacer de Israel un lugar más diverso, más rico espiritualmente y más hermoso. Gracias por compartir con nosotros vuestra cultura y vuestra Fe y por demostrar al mundo otra perspectiva de esta tierra tan especial».