En Nueva Zelanda un movimiento de jóvenes inspira con música la conciencia social
AUCKLAND, Nueva Zelanda — En el barrio de Manurewa de Auckland (Nueva Zelanda), algunos jóvenes recurren a la música para arrojar luz sobre los problemas que han aflorado durante la pandemia, al tiempo que ofrecen una perspectiva positiva basada en sus experiencias en las actividades bahá’ís de construcción de comunidad.
«La música constituye una parte muy importante en la vida de los jóvenes aquí en nuestro barrio ―comenta Jeffrey Sabour, uno de los facilitadores de las actividades de construcción de comunidad―. El número de jóvenes de Manurewa que forman parte de este movimiento para contribuir al cambio social supera el millar. Empezamos, pues, por preguntarnos cómo podemos difundir la comprensión surgida en estas actividades a más personas aún a través de la música; y cómo podemos componer sobre ideas profundas de tal manera que la gente pueda identificarse con las historias de las canciones».
En una canción titulada «We Are All Connected» (Todos estamos conectados), los jóvenes llaman la atención sobre cómo la pandemia ha puesto de manifiesto la capacidad humana de reconocer la unidad. La canción utiliza la metáfora del cuerpo humano para describir la interdependencia de la humanidad, con estas palabras: «Sálvese quien pueda es lo que se supone, pero una célula por sí sola no puede funcionar».
Fia Sakopo, otra joven de Manurewa, explica que el servicio a la sociedad ha sido el tema de fondo de todas las canciones: «Aceptar la unidad y la interconexión de la humanidad requiere un cambio profundo en nuestra forma de pensar. Pero los pensamientos nobles en sí mismos no son suficientes.
»Tienen que traducirse en acciones. El servicio desinteresado a nuestros semejantes es una expresión natural de la creencia en la unidad de la humanidad. Esta verdad tiene que manifestarse constantemente a través de los hechos».
Jeffrey describe cómo estas canciones tratan de inspirar la acción relacionando los conceptos espirituales con los problemas que afronta su propia realidad social, lo que supone un refrescante contraste con la marea de música comercializada para jóvenes que tiende a transmitir un tono de desesperanza y se centra, por ejemplo, en el desamor o en la búsqueda de satisfacciones materiales.
«Los jóvenes de Manurewa que participan en este proceso son muy conscientes de los retos de su sociedad, y quieren transmitir el mismo sentimiento de esperanza que han cultivado en sus actividades de construcción de comunidad a través de canciones que tratan temas como la solidaridad colectiva, la búsqueda de educación y conocimiento, y las dimensiones materiales y espirituales de la verdadera prosperidad».
Fia sigue detallando el enfoque que se ha adoptado para crear estas canciones: «Muchas personas del barrio estudian juntos estos y otros muchos conceptos, al mismo tiempo que pasan a la acción. Sobre la marcha, hacemos preguntas para sacar conclusiones, luego tenemos más discusiones y finalmente tratamos de hacer una canción que refleje las preocupaciones de la gente».
«Cuando la gente escucha estas canciones, oye su voz en ellas».
Se pueden encontrar canciones creadas en el marco del Proyecto artístico Manurewa aquí.