#ItsTheirLand: Una respuesta sin precedentes convierte en mundial la voz de los bahá'ís perseguidos en un pueblo iraní
CIB GINEBRA — Una campaña mundial en apoyo de los bahá'ís perseguidos en Irán ha generado un torrente de solidaridad sin precedentes por parte de funcionarios de las Naciones Unidas y de la Unión Europea, estadistas, funcionarios gubernamentales, figuras religiosas, entre las que se encuentran dirigentes musulmanes, abogados, destacados defensores de los derechos humanos, asociaciones de agricultores, actores y otras personalidades.
Los partidarios de la campaña piden que se ponga fin a la persecución de los bahá'ís de Irán y, en concreto, que se devuelvan a los bahá'ís de Ivel, un pueblo del norte de Irán, sus tierras ancestrales, que fueron confiscadas ilegalmente por el Gobierno iraní únicamente en base a las creencias religiosas de los propietarios.
La oleada de preocupación, que destaca por su diversidad y su extensión geográfica, refleja el clamor creciente de la comunidad internacional por los abusos contra los derechos humanos que los bahá'ís iraníes han sufrido durante décadas.
«A lo largo de esta última semana, las voces de los bahá'ís de un pequeño pueblo de Irán adquirieron un alcance mundial, gracias al extraordinario apoyo ofrecido por Gobiernos, organizaciones, personalidades, grupos y miles de personas sinceras de todo el mundo ―declaró Diane Ala'i, representante de la Comunidad Internacional Bahá'í ante las Naciones Unidas en Ginebra―. Este excepcional apoyo no solo condena las acciones de Irán, sino que muestra a los sufridos bahá'ís iraníes que la comunidad internacional está con ellos».
La campaña se produce tras la decisión de los tribunales iraníes de confiscar las propiedades de los bahá'ís de Ivel, lo que ha provocado el desplazamiento de decenas de familias que han quedado privadas de medios económicos. Los bahá'ís son la minoría religiosa no musulmana más numerosa de Irán y han sido objeto de 42 años de persecución sistemática avalada por el Estado y documentada ampliamente por las Naciones Unidas.
Ahmed Shaheed, relator especial de la ONU sobre la libertad de religión o de creencias, declaró que se solidarizaba con los bahá'ís de Irán «que se enfrentan a una persecución sistemática [y] a atroces violaciones de sus derechos».
En el Parlamento Europeo se celebró un webinar sobre la situación en Ivel en el que participaron funcionarios de la Unión Europea y un antiguo relator especial de la ONU, Miloon Kothari. Además, la presidenta de la Delegación del Parlamento Europeo para las Relaciones con Irán, Cornelia Ernst, calificó a la comunidad bahá'í de «especialmente vulnerable» y condenó las «desastrosas políticas del Gobierno iraní para con los bahá'ís».
Brian Mulroney, ex primer ministro canadiense, ha firmado una carta abierta de más de 50 jueces, abogados y ex fiscales generales, dirigida al jefe del Poder Judicial de Irán, Ebrahim Raisi. La carta afirmaba que la sentencia del tribunal se aparta «no solo de las normas internacionales de derechos humanos sino también de la letra y el espíritu de la propia Constitución iraní». La carta abierta fue ampliamente difundida, entre otros medios por el periódico The Globe and Mail y la CBC.
Expertos en agricultura y sistemas alimentarios de todo el mundo, entre ellos funcionarios del Programa de Desarrollo de la ONU, el Banco Mundial, la Fundación Rockefeller, personalidades del mundo empresarial y profesores de universidades de todo el mundo, han firmado una carta abierta en la que describen a los bahá'ís de Ivel como «afanosos campesinos de bajo nivel económico sin otros bienes ni medios para ganarse la vida aparte de sus casas y tierras de cultivo» y expresan su inquietud por la confiscación de sus propiedades. El llamamiento fue respaldado por un conmovedor mensaje en vídeo de solidaridad en nombre de la comunidad agrícola de Australia, en el que se pedía al Gobierno y al Poder Judicial iraníes que «devolvieran las tierras y las propiedades a sus legítimos propietarios: los agricultores bahá'ís de Ivel».
Los diputados canadienses también se han sumado a la campaña en un vídeo en el que piden a Irán que «devuelva las propiedades de los bahá'ís y respete sus derechos humanos como ciudadanos de Irán».
Los ministros de Asuntos Exteriores de Canadá y Suecia, Marc Garneau y Ann Linde, hicieron declaraciones sobre la situación en Ivel, expresando su alarma por la continua discriminación y confiscación de propiedades de los bahá'ís. Otros funcionarios gubernamentales y parlamentarios de Brasil, Alemania, Países Bajos, Reino Unido y Estados Unidos también denunciaron las confiscaciones de Ivel e instaron a Irán a dejar de perseguir a los bahá'ís.
Funcionarios de dos Gobiernos pidieron el reconocimiento de la Comunidad Bahá'í de Irán. «Dejen de confiscar las propiedades bahá'ís en el pueblo de Ivel―ha declarado Jos Douma, enviado especial de los Países Bajos para la religión o las creencias―. Y reconozcan de una vez a los bahá'ís como comunidad religiosa». El Comisionado del Gobierno Federal alemán para la Libertad Religiosa Mundial, Markus Grübel, también ha pedido que Irán reconozca a los bahá'ís y ponga fin a la «discriminación y persecución de las comunidades bahá'ís».
La declaración de Estados Unidos, emitida por la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de EE. UU. , condenó la «alarmante escalada» de las «medidas del Gobierno iraní dirigidas contra los bahá'ís de Irán por razón de su fe».
Dirigentes musulmanes de todo el mundo también se unieron a la campaña. Han pedido a Irán «que resuelva esta injusticia» y han añadido: «El islam no permite que un Gobierno confisque tierras a los ciudadanos solo porque siguen una religión diferente».
Las declaraciones, procedentes de dirigentes musulmanes de la India (la organización Tanzeem Falahul Muslimeen de toda la India y la Asociación Safi de toda la India, Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá y Australia, han enviado una poderosa señal al Gobierno iraní de que, contrariamente a sus afirmaciones, sus correligionarios no consideran que sus acciones sean conformes a la ley islámica.
Además, catorce destacados eruditos religiosos iraníes emitieron una declaración colectiva para «solicitar con carácter urgente» que el Gobierno de Irán «ponga fin a la brutal confiscación de propiedades bahá'ís en todo el país» y resuelva la «persecución, animosidad e insultos» que sufren los bahá'ís. También se ha publicado en The Wall Street Journal un destacado artículo de opinión de Reza Afshari, experto sobre derechos humanos en Irán.
Organizaciones de la sociedad civil de Estados Unidos, como el Foro Islámico Americano para la Democracia, el Grupo de Trabajo sobre Minorías de Oriente Medio de la Liga Antidifamación, Unidos por Irán, el Centro Abdorrahman Boroumand para los Derechos Humanos en Irán, Freedom House y el Instituto Dietrich Bonhoeffer, entre otros, firmaron otra carta abierta (en inglés) dirigida a los dos jueces que dictaron la sentencia, Hasan Babaie y Sadegh Savadkouhi.
Christian Solidarity Worldwide, el Centro Raoul Wallenberg, el Consejo Nacional de Iglesias de Brasil, el Centro de Recursos Legales de Sudáfrica y la Sociedad Internacional de Derechos Humanos de Alemania fueron también algunos de los numerosos grupos religiosos y de la sociedad civil que se han solidarizado con los bahá'ís de Ivel.
Miles de diputados, activistas de derechos humanos, actores y ciudadanos de a pie se unieron también a una tormenta de Twitter en la que se compartieron artículos y mensajes de solidaridad sobre la confiscación de tierras en Ivel con el hashtag #ItsTheirLand. El impulso de las redes sociales se tradujo en 35 000 tuits que llegaron a unos 52 millones de personas de todo el mundo, y en un momento dado se convirtieron en tendencia en Australia. El hashtag correspondiente también fue tendencia en el Twitter en idioma persa.
Destacados profesores universitarios, autores, activistas, actores y artistas iraníes de Irán fuera del país, como Masih Alinejad, Max Amini, Nazanin Boniadi, Nina Ansary, Abbas Milani, Sina Valiollah, Omid Djalili, Maziar Bahari y Ladan Boroumand, entre otros, se sumaron también a la tormenta de Twitter, al igual que los actores estadounidenses Rainn Wilson, Justin Baldoni y Eva LaRue y el novelista y cómico británico David Baddiel.
«Las muestras de apoyo a los bahá'ís de Ivel demuestran que la motivación religiosa del Gobierno iraní para la persecución de los bahá'ís ha sido expuesta al mundo. El trato de Irán a su comunidad bahá'í es, más que nunca, condenado por un coro creciente de Gobiernos, grupos de la sociedad civil e individuos, no solo de la comunidad internacional sino de los propios iraníes», declaró la Sra. Ala'i.
«La libertad de creencia es un derecho fundamental que no puede ser arrebatado a ningún individuo por un Gobierno. El mundo está observando a Irán y exige que el Gobierno ponga fin a la persecución totalmente infundada de bahá'ís inocentes a causa de sus creencias».