«Reunidos bajo la “carpa de la unidad”»: La interconfesionalidad en Papúa Nueva Guinea encuentra un nuevo camino
PORT MORESBY, Papúa Nueva Guinea — Bajo una carpa en el tranquilo enclave de un parque natural en Port Moresby, los dirigentes y representantes de las diversas comunidades religiosas de Papúa Nueva Guinea lograron lo que tanto habían esperado: reunirse en unidad en torno a aquello que las une a todas.
El encuentro interreligioso conmemoró el Día Mundial de la Religión y constituyó un esfuerzo común de muchas comunidades religiosas del país. La idea de este encuentro fue sugerida por los bahá’ís de Papúa Nueva Guinea el mes pasado, y encontró eco en los dirigentes religiosos del país.
Gezina Volmer, directora de la Oficina de Asuntos Externos de los bahá'ís del país afirma: «La finalidad del Día Mundial de la Religión era crear un espacio en el que pudiésemos centrarnos en compartir las enseñanzas sagradas sobre un punto en el que todos estamos de acuerdo: la regla de oro de tratar a los demás como te gustaría ser tratado y, al hacerlo, realzar que el propósito de la religión es fomentar el amor y la armonía. A pesar del nerviosismo inicial, este enfoque permitió que todos se sintieran muy cómodos al participar».
Prepararse para la ocasión y crear consenso
Volmer explica que se necesitaron reuniones preparatorias para crear consenso antes de la celebración.
«El primer encuentro consistió simplemente en reunir a la gente ―comenta Volmer―. Fue tan sencillo como eso. Puesto que, si no sabemos cómo reunirnos, entonces este debe ser el primer paso».
Volmer prosigue explicando cómo las reuniones preparatorias estrecharon los lazos de amistad al permitir que los participantes contribuyeran a algún aspecto del programa y fueran de ayuda para los demás. «Fue un esfuerzo colectivo ―comenta―. Hubo mucha alegría y todos trabajamos codo con codo».
A medida que se iban fortaleciendo las amistades, el ambiente cálido y acogedor atrajo a nuevos participantes cada semana. Volmer comenta: «Cuando alguien nuevo se incorporaba, hacíamos una pausa para asegurarnos de que se pusiera rápidamente al día. Todo el mundo daba la bienvenida a los nuevos representantes que se embarcaban en el proyecto».
Una reunión inédita
El imán Busaeri Ismaeel Adekinle, jefe de la Sociedad Islámica de Papúa Nueva Guinea, declaró: «Como todos manifestaron durante el acto, esta ha sido una ocasión única y la primera de su clase en nuestro país».
En cuanto al clima de la reunión del Día Mundial de la Religión, Zha Agabe-Granfar, de la Oficina Bahá’í de Asuntos Externos, observó: «Fue una reunión bajo “el tabernáculo de la unidad”, ya que todos escuchaban a los demás en un clima de amor, respeto y tolerancia».
Tras semanas de colaboración, el encuentro del lunes fue la expresión de lo que las comunidades religiosas habían conseguido actuando al unísono. En el apacible escenario de Port Moresby, se recitaron textos sagrados de diferentes religiones y en diferentes idiomas. Al no poder asistir un representante de la comunidad judía, un miembro de otra confesión que hablaba hebreo con fluidez se ofreció para que se escucharan las escrituras de esa tradición.
El cardenal Sir John Ribat, arzobispo de la diócesis católica de Port Moresby, que colaboró con la Oficina Bahá’í de Asuntos Externos en la organización del acto del Día Mundial de la Religión, expresó sus observaciones sobre la ocasión:
«Todo el mundo compartía el mismo mensaje [de amor] pero desde una perspectiva diferente. ¿Qué significa esto? Para mí, la manera en que lo entiendo es que con amor no hay nada que reprochar. Es la entrega total de uno mismo por el bien del otro. Se trata de sacrificarse por el otro.
«Todos estamos felices de cómo han salido las cosas».
La celebración recibió cobertura en un periódico de tirada nacional y en otras publicaciones digitales, y también en una emisora de radio en directo.
Caminando juntos por un nuevo sendero
Los participantes al encuentro, viendo las posibilidades de futuras colaboraciones, ya han planeado otra reunión la próxima semana para reflexionar sobre cómo proseguir. Volmer declaró: «Todos los participantes han visto esta reunión como un primer paso hacia un diálogo más profundo sobre el papel de la religión en la sociedad.
»El motivo es que en nuestra sociedad la religión se considera una parte importante de la vida de cada individuo, de cada familia e incluso de las instituciones. Sin embargo, a veces se hace difícil relacionarse con los demás debido a las diferencias de creencias y prácticas religiosas. Como nación, hablamos de ser uno, pero ¿cómo podemos unirnos como uno? El proceso que ha llevado al Día Mundial de la Religión y el acto en sí nos han ofrecido un claro ejemplo de cómo es posible».
El imán Ismaeel explicó que los dirigentes religiosos esperan que la forma de interactuar en estos encuentros inspiren a los miembros de sus comunidades a proceder de manera similar. «[El encuentro] se ha celebrado y ha concluido ―prosiguió―, y nos dirigimos ahora hacia la etapa siguiente. Ahora avanzamos por la buena vía».
La Asamblea Espiritual Nacional de los Bahá’ís de Papúa Nueva Guinea contempla el nuevo camino que surge ante las comunidades religiosas del país. Confucius Ikoirere, secretario de la Asamblea Nacional, declara: «El mayor grado de unidad conseguido por los dirigentes religiosos en el último mes presupone mayores grados de unidad entre comunidades religiosas enteras y eso significa, por muy imperceptible que pueda ser ahora, una mayor unidad en el país».
Agabe-Granfar afirma que la conexión entre los que han caminado juntos a lo largo de este proceso es profunda. «Hace pocos meses, muchos dirigentes y representantes religiosos apenas se conocían o se habían reunido antes de este proceso. Pero, como es habitual en la cultura melanesia, una vez que nos conocemos y nos entendemos, los brazos están abiertos de par en par».