Igualdad de género: La familia como base para el cambio
NUEVA DELHI — Los bahá’ís de la India organizaron recientemente un encuentro para tratar la necesidad de reformular el concepto de la institución de la familia conforme al principio de la igualdad entre mujeres y hombres. Entre los asistentes a la reunión se encontraban organizaciones que se ocupan del tema de la igualdad de género, profesores universitarios y maestros.
«Los desafíos a los que se enfrentan las mujeres en el seno de la familia se han convertido en uno de los problemas más apremiantes de esta pandemia en muchas sociedades. En determinados casos, ha supuesto el final de la escolarización para muchas niñas. Hay una alta incidencia de matrimonios infantiles debido a que las familias no encuentran otra solución para sus hijas durante esta crisis. Al mismo tiempo existen numerosas organizaciones que intentan tender la mano para ayudar», comenta Carmel Tripathi de la Oficina de Asuntos Públicos de la Comunidad Bahá'í.
Tripathi agrega: «Nos pareció un momento oportuno para crear un espacio en el que los distintos sectores de la sociedad puedan explorar juntos los tipos de cambios que debe experimentar la familia como institución».
Esta reunión se cuenta entre las numerosas actividades que la comunidad bahá’í india ha llevado a cabo durante las últimas décadas para contribuir al discurso social sobre la igualdad de género.
Anshu Gupta, uno de los ponentes del encuentro y fundador de la organización de ayuda humanitaria Goonj, habló sobre los efectos de la cultura y de la tradición sobre el entorno familiar y preguntó: «¿Qué es la tradición? Es algo que se sigue haciendo. Para eliminar los tabúes tenemos que hablar de ellos [...] en un lenguaje común. Así que iniciamos un diálogo y dejamos de exigir que tenemos que hacer determinadas cosas porque es la tradición».
Respecto a la importancia del encuentro, Tripathi explica que a menudo se evita la investigación en profundidad sobre el papel de la familia para contribuir a la igualdad de género. «Existe una tendencia a pensar en la familia como algo aislado de la sociedad y privado. En realidad este papel de la familia se debe discutir abiertamente porque es en su seno donde se aprenden y se practican los modelos de pensamiento y de comportamiento asociados a ser hombre o mujer».
En un documento preparado para el debate que se distribuyó entre los participantes en el encuentro, la Oficina Bahá’í de Asuntos Públicos destacó varios temas, entre ellos «Compartir las funciones de la crianza y de los cuidados» y «La consulta como base del proceso de toma de decisiones».
En el documento se recoge: «Si la toma de decisiones en una familia no ha de ser el resultado de una autoridad arbitraria y dictatorial, los miembros de la familia tendrán que aprender a comunicarse entre sí con respeto y sinceridad basándose en toda una serie de cualidades como el amor, la humildad, el tacto, la empatía, la cortesía y la moderación. La capacidad de consultar de forma amorosa, considerada y franca a la vez para llegar a las decisiones colectivas es un arte cuyo valor la humanidad apenas está comenzando a valorar.
Murari Jha, uno de los ponentes y educador de una escuela pública en Delhi habló sobre la necesidad de un mayor rigor a la hora de analizar el progreso social, afirmando: «Necesitamos estar en guardia ante los malentendidos. Cuando estudiamos lo que se menciona en el documento del seminario sobre la toma de decisiones dentro de la familia, la verdadera medida de las prácticas de igualdad de género es quién toma las decisiones, como por ejemplo cuándo casarse y con quién. Si no permitimos que nuestras hijas, nuestras hermanas [...] tomen parte en las decisiones importantes, entonces el hecho de enviarlas a la escuela no es un verdadero signo de que estemos practicando la igualdad».
Nilakshi Rajkhowa de la Oficina de Asuntos Públicos destaca otros conceptos contenidos en el documento, como la necesidad de que las familias desarrollen una orientación hacia el exterior al responder a las necesidades de la sociedad.
«Las actividades bahá’ís de construcción de comunidad animan a las familias a planificar y a consultar juntos cuando emprenden iniciativas. Como resultado, con frecuencia se inician diálogos profundos en los hogares a los que se unen otras familias mientras ayudan con las actividades. La oración ejerce un papel importante en la creación de un espíritu unificado. Las comunidades en las que las familias trabajan juntas de esta manera desarrollan la capacidad para plantearse los problemas que afectan a sus vidas y para solucionarlos sin esperar a que alguien de fuera les preste ayuda y apoyo.
«Observamos que, al aprender de forma consciente a aplicar los principios bahá’ís de la unidad, la consulta y la igualdad de mujeres y hombres, las estructuras familiares comienzan a cambiar cuando ninguno de los miembros domina a los demás».
La grabación del seminario se encuentra disponible en línea (en inglés).