Marcela Contreras, maestra de la Escuela Riḍván, comenta: «Como todos los demás, hemos vivido un año sin precedentes. Sin embargo, gracias a las enseñanzas bahá’ís sobre el servicio, la luz de la esperanza ha seguido brillando tanto en los padres y madres como en mis colegas, animándonos a servir a estas valiosas gemas que son nuestros alumnos y alumnas. En momentos como estos, el profesorado ha aprendido a acercarse mucho más a las familias del alumnado, que han formado parte integral del proceso».